capítulo. 3

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                          Octubre, 1962.

Después de el incidente que había sucedido esa noche, woojin se acurruco sobre las claviculas notorias de su madre, posando su mejilla derecha, un tanto húmeda por las lágrimas que finalmente cesaron después de unos largos minutos, estaba más tranquilo, pero era difícil mantener los ojos cerrados, ya que la imagen seguía viva después de 1 hora.

Pudo dejar de llorar, pero no podía olvidar.

Su mente no puede abastecerse con ese hecho, simplemente no lo podía permitir. De lo que empezo como cualquier sueño, terminó siendo su pesadilla viviente.

Tal ves con el tiempo el podía simplemente olvidarse de "eso", pero no tenía un tiempo fijo... no para esto.

Quería borrarse la memoria.

¿Provocarse una amnesia sería la mejor opción? De hecho no le importaban las consecuencias. Es lo menos que le importaba.

No suena mala idea la opción de la amnesia. ¿Lo haría? ¡claro que si! Con tal de desaparecer todo de su mente; la muerte de 2 hombres. Incluso le vendería el alma al diablo, si este le borraba la mente. Toda.

Woojin sólo quería ser abstraido en mente y si se puede también física. Quería abalansarse contra un carro, un puente, un bonito puente, como el puente de la ciudad, el bonito golden gate.

A parte el suicidio lo salvaría de todo lo que le corrompe en la mente.

Es una difícil salida, pero la más efectiva, claro sólo para el.

Toda su mente fue abarcada por el militar, riéndose y dándole caladas a su puro, mientras que en su parte inferior una complexión era un mar de sangre, mientras que la otra, seguía respirando y rogando por su vida, para no acabar como su cómplice, muerto. Igual terminó siendo un mar, y con el líquido rojo de su amigo, ahora era un bonito océano de un color llamativo, brillando debajo de las farolas, mientras los culpables se mantenía callados, calmados, sin ninguna expresion. Sólo pensando en que hicieron un buen trabajo.

El general de cabellos oscuros, ondulados, es atractivo, mucho. Bastó con sólo miralo en el café, para saberlo. Pero no sólo era atractivo físicamente, tal vez woojin tenía un gusto con los hombres, ¿malos?, que este hombre no era la excepción... tenía todo, si, todo. Hasta podía simplemente cambiar todo lo que era por una persona, pero para el era imposible el cambio en si, nunca se enamoró.

Y no lo haría, aún.

Pero por un momento de adherencia humana, woojin, cometió el error de sentirse perplejo de ese hombre, un hombre fornido, de cabellos largos y brillosos, con sus bonitos luceros, que brillaban con intensidad debajo de las luces de la pequeña cafetería, que cautivó demasiado al jefe de la pequeña cafetería. Quien también lo previno de un desfalco.

Y a pesar de que el militar fuera su tipo ideal, el único error era que el hombre es un general de fusilamiento. Esos que matan a hombres que aman a otros hombres, que hacen sus manchas en la nación.

Jeon JungKook, es totalmente hetero... por el momento, pero le da asco pensar en que un "hombre" sea bonito, lindo o atractivo. Esos simples cumplidos hacían que se tensara y que su estómago se le revolviera de las náuseas.

La homosexualidad es obsceno e inhumano.

...

Finalmente se quedaron dormidos en uno de los sillones de terciopelo, con la chimenea prendida, calentando el cuarto espacioso.

Su madre se había quedado despierta hasta tarde; ya que sólo quería que woojin no pasará por pesadillas, no le gustaba la idea de que ella consolidará su sueño tranquilamente, soñando bonitos pajaritos mientras vuelan, mientras woojin soñaba algo como: flores arrancandoles los pétalos a otras. Si, eso suena tierno si lo pensaba de esa manera, pero no quería darle un toque terrorífico a sus pensamientos.

 CUANDO ESTAS SONRIENDO  // kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora