También sabía que no serviría de nada prohibírselo. Lauren se tomaba muy en serio eso de ser una persona libre.

Camila: Lo siento -Se disculpo rápidamente antes de tomar dulcemente el brazo de su novia, levantar la manga de su chaqueta y besar la herida a través de la venda.

Lauren: No. Yo lo lamento.

Camila no entendía por que se estaba disculpando.

Camila: Lauren…

Lauren: Mis padres fueron a visitarme -Comenzó a hablar, y sus palabras salían tan rápidamente de sus labios que la tatuadora batallo por entenderlas-. Yo estaba masturbándome en ese momento… ¡No me mires así! ¡No es como si tu no lo hicieras!… Fui a recibirlos en ropa interior porque me da lo mismo quien me vea. Nací desnuda ¿O no?… El punto es que al verme pensaron que tenía alguna chica encerrada en mi habitación, así que corrieron hasta allí para asegurarse de que ella estuviese bien porque según ellos soy una mala influencia…

Camila intentaba no reír con la historia.

Cada día se preguntaba como había hecho para terminar enamorada de una loca.

Camila: ¿Mala influencia? -Enarco las cejas.

Lauren: ¿Recuerdas a la monja pecadora? -La tatuadora asintió-. Puede que yo tuviera la culpa.

Camila sonrió débilmente ante esta confesión.

Camila: ¿Había alguna chica allí? -Pregunto mientras alzaba una de sus cejas.

Lauren: No -Se negó rápidamente-… No encontraron a una chica, Camz, pero ellos vieron los dibujos que hice de ti pegados en la pared… ¡Vamos, Camz! ¡Tómalo como algo positivo! ¡Al menos estaba pensando en ti y no en otra chica!… Me preguntaron quien eras, y les respondí con la verdad porque quería que se fueran de una vez para seguir con mi estúpido trabajo -Lauren se mordió el labio-. Estaba tan cerca… -Se desvió.

Camila: ¡Lauren! ¡Concéntrate!

Lauren: Vale, lo intentare… Mis padres quieren conocer a la primera chica con la que tengo una relación seria… Y no se irán de mi casa hasta que tu vayas y yo… -La pintora hizo una mueca que revelo su desesperación- En serio necesito terminar con esto.

Y Camila sabía a lo que se refería con “esto”

Camila: Vamos entonces -Dijo con una sonrisa antes de mirar el reloj.

Su turno había terminado hacía ya cinco minutos.

Camila: Pero antes usaras el baño -Indico a su novia-. No quiero que choques el auto solo porque tienes una terrible calentura.

***

Llegaron al departamento justo cuarenta y cinco minutos después.

Durante el viaje hasta allí Camila no se había tomado el tiempo de sentir miedo, pero cuándo atravesó la puerta de entrada del departamento sus manos comenzaron a sudar y sus piernas la sostenían a la fuerza.

¿Y si no eran lo que esperaba? ¿Y si era demasiado pequeña? ¿Demasiado delgada? ¿Demasiado sonriente? ¿Demasiado… chica?

Lauren: Todo esta bien -Le aseguro mientras sujetaba su mano-. Jamás saldría con una chica menos increíble que yo, así que eso dice mucho de ti.

Camila: ¿Crees que soy increíble? -Había brillo en sus ojos.

Lauren: No te estaría presentando a mis padres si no lo fueras…

La Tatuadora de Libélulas |CAMREN|Where stories live. Discover now