Capítulo 9

134K 6.7K 8.5K
                                    

Habían pasado once días desde que Lauren le había dicho que estaba enamorada de ella, y esta seguía sin responder sus mensajes.

Camila: Te estas comportando como una idiota, Lauren -Cada día, debido a su frustración, los mensajes se hacían más bruscos-… Y como una cobarde también.

Era domingo.

Lo bueno de los domingos para Camila Cabello era que no debía trabajar, lo cual significaba un corto alejamiento de los calurosos suéteres y un descanso para su mano. Lo negativo era que, al tener más tiempo libre, tenía más horas para pensar en Lauren.

Dinah: Deberías dejar de actuar como una loca desesperada e ir a su departamento de una buena vez, Mila -Sugirió desde la cama de arriba. Por los ruidos que escuchaba supo de inmediato que su hermana adoptiva estaba viendo alguna presentación en vivo de Beyonce.

Y la sola mención del departamento de Lauren le hizo recordar que había pasado un mes desde la llamada, y que ese día, si sus cálculos no fallaban, era el día en el que había acordado para que la joven de ojos verdes pudiese comenzar a pintarla.

***

No tenía esperanzas de que Lauren le abriera

Lo más seguro es que la pintora viera su rostro a través de la mirilla y decidiera ignorarla, como siempre.

Pero aun así sentía que debía estar allí porque ella y Lauren tenían un trato, y Camila no quería romperlo.

Luego de que ascensor subiera hasta el piso trece, que era en dónde Lauren vivía, Camila busco la letra D. Fue así como se encontró frente a la puerta del departamento de la chica.

Era blanca como las demás puertas y estaba tallada de la misma forma. Río ante esto. Los fabricantes querían dar la impresión de que todos los hogares eran iguales, pero Camila estaba segura de que ningún departamento se parecía al de Lauren, o al 12-B, o al 4-F, o al 15-C.

Estaba a punto de golpear aquella puerta idéntica a las demás cuándo escucho los gritos provenientes del interior, lo que la hizo detener la acción.

XX: ¡PAGAME AHORA! -Decía una voz masculina desconocida.

Lauren: ¡YA LO HICE! -Se escuchaba increíblemente furiosa.

XX: ¡NO ME REFIERO A ESO!

Lauren: ¡NO VOY A ACOSTARME CONTIGO, BRAD!

Excelente. Ahora el desconocido tenia nombre, pero seguía siendo un desconocido.

Brad: ¡PERO LO HACES CON TODOS!

Camila se sobresalto al escuchar el ruido de cristales rompiéndose, pasos apresurados que se hacían cada vez más audibles y luego el chirrido de la puerta al ser abierta.

Lo primero que vio fue el cuerpo de quien debía ser Brad. Tenía el cabello ondulado y un hilo de sangre le bajaba por la frente. Parecía mareado.

Lo siguiente que pudo notar fue a Lauren Jauregui sujetándolo por el cuello de la camisa y empujándolo hacía el corredor.

Camila Cabello jamás había visto enojada a Lauren Jauregui… hasta ese día.

Observándola en ese estado pudo jurar que si esa mirada cargada de odio fuese dirigida a ella posiblemente no viviría para contarlo.

Lauren hizo más presión en la camisa de Brad y lo obligo a mirarla fijamente. El hombre tembló de miedo.

Camila Cabello supo que ni siquiera el mejor de los escritores podría crear un villano más aterrador que en el que Lauren se había convertido en ese momento.

La Tatuadora de Libélulas |CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora