𝒍𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝒃𝒖𝒕𝒕𝒆𝒓𝒇𝒍𝒚 || 𝙩𝙖𝙢𝙖𝙠𝙞 𝙖𝙢𝙖𝙟𝙞𝙠𝙞 ✓

✦╵9╷✦

Alzó la cabeza y se encontró con una despeinada melena azabache y ojos cansados, una barba mal recortada y vestimenta oscura, las lágrimas acumuladas se desbordaban de sus ojos, aquella pequeña parte de su ser que reclamaba felicidad estaba siendo compensada, aquí se cobraba su tan deseado boleto dorado de partida.

─¡A-Aizawa-san...! ─ una temblorosa e inevitable sonrisa se apoderó de su boca, llamando la atención del adulto, quien con una expresión de sorpresa se puso alerta al analizar la situación.

─¡Hoshinaka!─ respondió en una exclamación, la chica no esperó más y usó su quirk de nuevo, liberando al empleado y atrapando a su vez al escolta que estaba sacando el dinero de la caja.

El villano no perdió oportunidad y llamó refuerzos, alertando a la fémina ─¡Aizawa-san tenga cuidado, vienen más! ─ gritó avisándole, tomó aire y continuó ─¡Dos grandes y con quirk de modificación corporal, usan la fuerza bruta, uno con quirk de largo alcance, mejor derrotarlo primero, y el jefe, desconozco su quirk! ─ todo lo que había estudiado estos últimos meses, era lo que recordaba de los guardias de su celda, que por suerte parecían ser los escoltas que los acompañaban, la adrenalina estaba fluyendo como loca por sus venas, sentía un éxtasis inmenso, estaba a nada de librarse de ellos.

El azabache la observó de reojo ─Entendido. ─ sacó de entre su bufanda las gafas que siempre usaba y desenvolvió la misma, preparado para los tres hombres restantes que aparecerían.

Un dolor punzante en la parte trasera de su cabeza, la vista comenzanfo a nublarse, un fuerte pitido estableciéndose en su oído ─Parece que te faltó uno. ─ su asquerosa carcajada resonó en la cabeza de Hoshinaka, quien temblorosa dio pasos inconclusos tratando de matener el equilibrio.

─Ahg ─ rió irónica ─. Claro, no tomé en cuenta algún quirk de camuflaje ¡qué tonta yo! ─ se tomó la cabeza y se quejó del dolor, llevando una de sus manos frente a su rostro para verla con pequeñas manchas de sangre ─Tú, infeliz... ─  giró su cabeza y sonrió.

Otra burbuja lo encerró, sorprendiéndolo ─¿¡Eh, qué!?

─¿No pensaron en que a pesar de estar cautiva entrenaría mi quirk? ─ frunció su ceño, ensanchando su sonrisa ─, me tuvieron por un maldito año secuestrada, esperando con ansias la primera minúscula grieta por donde pudiese escapar, cavando mi propio túnel de salida con una cuchara de metal ─ tosió apretando los puños por el enojo, la burbuja comenzó a achicarse y el hombre a debilitarse ─, hubo noches que no logré dormir aún así estuviese agotada, mientras todos ustedes se mofaban descaradamente frente a mi, como si fuera un animal en un zoógico ─ vio en sus ojos la desesperación al empezar a asfixiarse por la falta de aire, acompañándola una gran satisfacción en ella ─¿Adivina qué?, se acabó. ─ la violácea burbuja seguía disminuyendo su tamaño cada vez más, al punto de obligarlo a llevar sus rodillas al pecho por la falta de espacio, tomándose del cuello en busca de respirar, sin éxito alguno.

Lágrimas de dolor salieron a montones de sus ojos, pidiendo piedad ante la chica ─Por... Por fa... vor...

Absorta en sus pensamientos, lo ignoró.

─Sí, todo acabó.

Qué ilusa era.

Despertó en un sobresalto, el sonido metálico de las cadenas en sus muñecas y tobillos la hizo caer en cuenta.

Nada de eso había acabado.

Arrugó la frente con frustración ante su propio pensamiento, sin embargo le resultó extraño recordar aquello, ya casi dos años habían pasado, se supone que lo había dejado atrás, entonces, ¿Por qué?