Te Encontré

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Poco a poco abro mis ojos, observo que la habitación solo es iluminada por unas velas y como esperaba todo el lugar es muy elegante, incluso hay un balcón con la puerta abierta, miro mi ropa y aún sigo sucia, me dirijo al baño quedándome un par de horas en la ducha, la suciedad no se iba.
Después me visto con un haori de color lila con bordados de mariposa en color negro, la tela es de seda, suelto un suspiro.

Una vez vestida me dirijo al balcón y solo me recargo en el barandal, reconozco que es el castillo de Okayama estoy en el último piso, miro hacia al suelo y está completamente vacío. Después miro las estrellas y me pierdo un rato viendo el cielo.

-¿Por cuánto tiempo seguirás escondido? – Escucho pasos detrás de mí, pero ni me molesto en voltear al saber quién es.

-Espero el momento en que vuelva a ir tras de ti –

-Por eso me has despejado el camino – miro el suelo – ¿qué paso con Michiru? -

-Crees que la he salvado, después de que te ayudo a escapar –

-¿Esta en una de las habitaciones? – Douma hace la cabeza hacia atrás y chasqueando la lengua asiente – menos mal, me alegra que este bien – suelto un suspiro de alivió.

-Solo la traje, no la cure –

-Gracias por curarla – Douma frunce el ceño y me desvía la mirada, se recarga del barandal con su espalda. Ninguno de los dos dice nada pero puedo notar que Douma está molesto, ya que hay veces en que me mira y rápidamente vuelve a desviar la mirada.

-Pensé que al regresar me ibas a tener encadenada –

-¿Quieres que lo haga? –

-No... - Volvemos a quedar en silencio, sigo viendo las estrellas, el viento mueve mi cabello y siento un poco de frío, instintivamente me doy calor con mis brazos, Douma coloca sobre mis hombros su capa y cuando volteo a verlo sigue ignorándome, sonrío ante su gesto.

-¿No quieres reclamarme por haber escapado? – Douma sigue sin verme, de seguro piensa que me molestare e intentare seguir escapando, tiende a desquitarse con los demás y no quiero sentirme culpable de que descargue su furia en alguien más.

Me siento sobre el barandal y me quedo un rato sentada, sigue sin mirarme pero sé que está pendiente de mis movimientos, me quito su capa y la tengo entre mis dedos, de un rápido movimiento tapo su visión y me dejo caer de espaldas, Douma reacciona y destruye su propia prenda de ropa y se avienta, extiende su brazo para intentar alcanzarme, me quedo viendo su mano mientras varios recuerdos invaden mi mente, cuando salvamos a Kanao de ser vendida como esclava, la muerte de mi hermana Kanae, cuando conocí a Tanjiro y Nezuko, la muerte del patrón, mi pelea con Douma, mi secuestro, los regalos que me daba, nuestras salidas, el maltrato a Michiru, cuando lloró, el día en que me entregue a él, mi escape, las aldeas siendo destruidas, los demonios devorando a las personas, cuando conocí a Riroku... cuando lo mate... y cuando me transforme.

Al final recuerdo las palabras de mi hermana...

"Shinobu, aléjate de los cazadores de demonios, sé que estás trabajando muy duro, y de verdad que lo haces. Pero quizás sea mejor que te salgas quiero que seas feliz como cualquier otra chica. Y que vivas hasta cumplir muchos años, eso... para mí sería suficiente".

Pego mis manos a mi pecho, después siento sus brazos envolver mi cuerpo.

-¡TANTO ME ODIAS PARA MORIRTE!, ¡Si siempre me has odiado no debiste haberme dicho que me darías una oportunidad, hubiera preferido que siguieras golpeándome o trataras de resistirte a que me ilusionaras y engañaras!...- lo último lo susurra.

Solo MíaWhere stories live. Discover now