Sara tendrá que enfrentarse a pruebas que Dios pondrá en su camino, tendrá que recordar quién es ella y cuál es su vida debido a un trágico accidente.
Tendrá que encontrar su camino para así poder recordar su vida pasada y poder volver al lugar del...
Sara despertó al día siguiente, al parecer le dolía la cabeza. Había orado por ella, de verdad que solo espero que ella esté bien y no haya actuado de esta forma porque se quiere alejar de Dios -Ruby no pienses esas cosas, Dios sabe porqué pasó eso- me dije mentalmente.
-Me siento mareada- dijo Sara adormitada- ¿tenemos clase?-preguntó.
-Querida ahora es sábado- dije seria- además aunque tuviéramos clase tu no puedes presentarte en ese estado- la miré molesta, al parecer mis palabras la hicieron reaccionar.
-¡Ruby que hice ayer!- sonó preocupada.
-Te parece si te das un baño y bajamos a la cafetería a hablar- asintió en señal de respuesta.
Sara se preparó y en eso de una media hora bajamos a la cafetería, lo bueno del fin de semana es que no tenemos que usar uniforme. Nos sentamos en una de las mesas del fondo ya que nadie podría escucharnos desde ese lugar.
~Sara~
-¿Qué quieres saber?- preguntó Ruby en cuanto nos sentamos.
La verdad no sabía que preguntar.
-Oh mira, ya llegó Keyla-dijo Ruby mirándome.
-Quieres saber todo lo que pasó, pues yo te lo diré Sara,no te molestes conmigo, sé que no estuvo bien llevarte a la fiesta y dejarte sola, yo solo quería que bailaras y te olvidaras un poco de todo...pero tu...tu decidiste hacer otra cosa...- Keyla siguió contándome todo lo sucedido.
Me puse a llorar, dejé que todo el miedo,tristeza, enojo, resentimiento y quien sabe que mas sentimientos se apoderaran de mí, ¡que había hecho!. Había dicho tantas cosas sobre Dios, el siempre ha sido bueno conmigo, el siempre está a mi lado, es por eso que hoy estoy viva.
-Sara no llores- Ruby me abrazó- es verdad que te equivocaste y que dijiste muchas cosas sin pensarlo pero...Dios te perdonará si te arrepientes de corazón. Solo no lo vuelvas a hacer querida, no está bien que cuando algo malo te pase busques consuelo en el mundo, el enemigo eso es lo que quiere, poner duda en tu corazón y alejarte de Dios- sonrió mirándome- piénsalo sí- me abrazó de nuevo-solo recuerda: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad- sonrió .
Me sentía tan mal, me dirigí al jardín trasero de la universidad, había un árbol así que trepé, cuando llegue a una rama me senté sobre ella.
Me quedé mirando a la nada, mi mente pensaba en todo lo que había hecho, en lo que había dicho sobre Dios. Aún no entiendo como es que yo actué de tal forma, me dejé llevar y nunca pensé lo que pasaría.
Empecé a llorar y a llorar a tal grado que me costaba respirar, de pronto escuché una voz. -Sara- escuché de nuevo esa voz- Sara-dijo de nuevo.
Me asusté no había nadie más que yo en el árbol.
-Hija mía no tengas miedo- dijo esa voz de nuevo, no sabría describir ni siquiera el tono de voz, pero cuando dijo que no tuviera miedo sentí paz- sigue adelante hija mía, yo ya te he perdonado- dijo esa voz de nuevo, en ese instante supe quien era, volví a llorar de nuevo, empecé a sentir la presencia de Dios, me sentía tan feliz, en paz, me sentía la persona más afortunada del mundo.
~Asher~
Tuve un sueño, me encontraba en la iglesia a la que siempre iba. Me encontraba en el pasillo que llevaba hacia el frente de la iglesia.
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