Capítulo 7

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Amigos,familiares e integrantes de la iglesia estaban ahí, habían globos por todas partes, al lado derecho había un pastel y un cartel que decía "Bienvenida Sara que Dios te bendiga y te cuide siempre".
Era un hermoso detalle para mí, le agradecí a todos, todos me decían que los había dejado asombrados el hecho de que mi corazón se haya detenido y luego haya vuelto a latir, la verdad yo aun seguía asombrada con todo lo sucedido pero sabía que todo era obra de Dios.

Habían tres mesas grandes y largas,tenían manteles blancos,la vajilla era de un color blanco y habían servilletas color naranja,fucsia y celeste,los globos eran blancos y ahora que me encontraba observando cada detalle de la decoración me di cuenta de que al fondo había una pared con pequeños focos que la iluminaban,ahí también se encontraba una mesa que tenía unos cuantos arreglos,decidí dirigirme hacia ese lugar para dar un pequeño discurso...

-Quería darle las gracias a Dios por que sobre todas las cosas me permitió volver a la vida, por que gracias a él estoy al lado de mi familia, amigos y seres queridos, quisiera que todos hagamos una pequeña oración, que nos pongamos a pensar en lo grande que es Dios y en todos los milagros y bendiciones que el nos da, pensemos en que todo lo que vemos es una bendición, que ustedes estén aquí con vida es una bendición, que tengamos alimentos, vestimenta, felicidad, amor, cariño, paz...-los miré y sonreí-todo es una bendición, que yo esté aqui es una bendición, una oportunidad que Dios me ha dado, por eso quiero que cada uno de nosotros de los que estamos hoy aquí reunidos le demos las gracias a él por lo bueno y maravilloso que es. Y gracias a cada uno de ustedes por tomarse el tiempo de estar aquí y formar parte de esta hermosa sorpresa que me han dado,gracias,que Dios los bendiga-le sonreí a todos, mientras mis padres se dirigían hacia mí para darme un abrazo lleno de amor y felicidad.

Todos estábamos muy felices,unos charlaban,otros cantaban alabanzas,los niños jugaban y corrían por todas partes,y el resto hacía lo mismo que yo,comer, la comida estaba deliciosa y es que en el hospital bueno ya saben como es la comida ahí.

Mis amigas de la iglesia me acompañaban en la mesa, ellas charlaban y yo seguía comiendo,mientras estaba sumida en mis pensamientos, y es que no había visto a Mateo, se me hacía extraño que no estuviera aquí, quizá no pudo venir...

-¡Sara, Sara!-dijo Raquel gritando y sacándome de mis pensamientos,ella era mi mejor amiga, la conocí tiempo después del viaje de Mateo.

-¿Qué,que pasa?-dije mirándola sin entender,ella me sonrío y movió la cabeza para que yo viera a esa dirección.

Era Mateo, quién iba entrando al lado de sus padres quienes iban con una enorme sonrisa, Mateo me sonrío y le devolví la sonrisa,pude ver que llevaba algo entre sus brazos cuando su madre me abrazo y me dijo algo al oído, yo solo mire a Mateo y este sonrío negando.

-Sara, te tengo una sorpresa,creo que mi madre ya te lo dijo pero quiero que cierres tus ojos - cerré mis ojos, si bien su madre solo me dijo que esperaba que la sorpresa fuera de mi agrado pero no sabía que era - Muy bien ahora quiero que me des tu mano - tomó mi mano y sentí como tocaba algo suave,me había traído un oso talvez, o que sería - ¿ya sabes que es?-preguntó a lo que yo solo negué con la cabeza.

-No,no sé lo que es,pero es suave-dije dudando,escuché como se reía de mí.

-Bueno a la cuenta de tres abres tus ojos, uno ,dos y...tres-rápidamente abrí mis ojos y pude ver como sostenía a un pequeño gatito en sus brazos.

-es hermoso-dije con ternura al ver al lindo y pequeño gatito.

Mamá llegó y se llevo al gatito, pasamos charlando sobre todo lo que había sucedido mientras estaba en el hospital, mis amigas me llevaron una copia de sus apuntes ya que no había asistido al Christian College, fue una noche muy bonita y de mucha bendición.

Volvimos a casa y justo después de orar antes de dormir un versículo de la biblia vino a mi mente:

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores(Isaías 53:4).

Dios es bueno, el siempre está cuando más lo necesitamos, el sana toda enfermedad, el siempre nos ayuda y nos da consuelo en nuestros momentos más difíciles , todo lo que nos pasa tiene un propósito, aunque nosotros pensemos que no vamos a poder contra alguna enfermedad Dios nos demuestra que con la ayuda de el podemos superarla y tener victoria.

Y aquí está el segundo capítulo, espero les guste.
Si es así no se olviden de comentar y dejar su voto☆
Gracias por leer.

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