Chapter 18

477 59 441
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mis dedos jugaron con el sorbete en mi frapuccino

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mis dedos jugaron con el sorbete en mi frapuccino. El gimnasio estaba vibrante aquella mañana. En tres semanas aproximadamente era el juego de Basketball entre los Wolves y los Tigers. Paris era la capitana de las animadoras y recién me enteraba. Lo normal, enterarme de todo a última hora. Jace y ella al parecer se habían puesto de acuerdo en ocultarme cosas. Muy mal.

Resoplé mientras las observaba repetir los mismos lemas de apoyo a los lobos, acompañados de complicadas y espléndidas coreografías. Hicieron una pausa y Paris se acercó a mí. Aquel uniforme le quedaba precioso y envidiable. Ella era la chica llamativa que todos deseaban y yo... la inteligente, porque ni graciosa era. Hacíamos buen equipo, al menos lo solíamos ser.

—¿No me dirás qué te pasa?—me preguntó y se dio un trago de una pequeña botella de agua.

—¿Qué me pasa de qué?

—No te hagas la tonta, Izzy. Desde el sábado estás rarísima—insistió y llevó sus manos a su estrecha cintura.

Recordé mi conversación con Eros el día anterior y sus palabras atravesaron otra vez mi pecho como afilados témpanos de hielo.

Si tan arrepentida estás, no te preocupes que tus labios no volverán ni a rozar los míos.

Me había merecido esa respuesta y, lo peor de todo, era que no estaba arrepentida del beso precisamente. Estaba asustada porque me había gustado más de lo que debería. Eros no me convenía en lo absoluto.

—Es por todo este asunto con los Case. Todos creen que soy novia de Aiden—mascullé y ella suspiró para sentarse a mi lado.

La verdad es que estaba así por todo.

—Mira, que todos crean que eres la novia de Aiden es algo muy bueno, en realidad. Puedes tener la certeza de que nadie se atreverá a meterse contigo—me aseguró—pero si quieres renunciar lo voy a entender. No debería atarte a ellos por un chico.

Suspiró y rodé los ojos.

—No te preocupes, tampoco es para tanto. Si no estuviese cerca de ellos no tuvieses excusas para acercarte a Hansel. Y además, realmente me vendría muy bien esa ayuda que da Jeremy Case para cursar este año gratis—le expliqué y ella asintió.

Can Yøu Fix My Heart? (Psycho #1) ©Where stories live. Discover now