What is this?

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Toda la cena transcurrio con normalidad, entre risas y coqueteos inocentes por parte de ambos. Todo iba tan bien que parecía subrealista, pero si por fini podrían estar juntos nada ni nadie los iba a separar, no esta vez.

Ambos habían terminado de cenar, se dirigían al coche para llevar a Gustabo a su hoga el cual se encontraba realmente feliz, pero Jack tan solo podía mirar a su pareja curioso pero sonriente. Durante la cena el mayor observaba con cariño al rubio mientras la duda crecía dentro de él, no podía evitar pensar en su conversación con Michelle, no entendia cual es la razón de tanto secretismo. No lograba encajar ni una sola maldita pieza, pensó que jamás entenderia la razón del por que el pasado de Gustabo y Horacio estaba tan escondido.

Lo que si tenía claro es que disfrutaría de la compañia de su chico hasta el día que se le sea permitido, porque había algo que si entendia, y eran sus sentimientos.

Estaba completamente enamorado del chico de los ojos celestes.

Los mismos ojos que invadieron sus pensamientos la primera vez que los vio son los que ahora miraban al  de pelo azabache con amor mientras este conducía.

El trayecto transcurrio rápido, en un silencio bastante comodo para ambos y con una sonrisa en los labios de estos.

Al llegar al edificio el rubio este fue acompañado hasta la puerta de su departamento por Jack el cual quería asegurarse de que llegara sano y salvo a su domicilio.

Gustabo se encontraba ya dentro de su casa, con la puerta abierta y Conway al otro lado de este mirando timidamente al menor con una leve sonrisa.

-Descansa Gustabo.-beso lentamente sus labios para despedirse.

-Igualmente Jack.-sonrió mientras veía como su pareja se daba la vuelta.

Tal vez mañana se arrepentiria o quizás no pero no podía dejar que se fuera, querías seguir disfrutando de su compañia, lo necesitaba cerca de él.

Fue tan impulsiva su decisión que no dudo ni dos segundos en caminar un par de pasos velozmente y agarrar el brazo del mayor suavemente en señal de que se detuviera.

-Jack, detente.-escucho como le hablaba el rubio tirando levemente de su camisa.

-¿Qué ocurre?- preguntó curioso.

-M-me preguntaba si no sé, te gustaría pasar. Digo ya es muy tarde y podrías quedarte aquí, si quieres claro.-dijo algo nervioso sonriendo timidamente.

-No me gustaría incomodarte Gus.-acaricio la mejilla del menor con su mano.

-No lo haces, al contrario. Me gusta bastante tu compañia pero si no puedes o simplemente no te apetece no hay problema.-dijo algo triste.

-Claro que quiero estar contigo, no digas tonterias. Venga entremos pequeño.-acerco a Gustabo hacía él para rodearle con su brazo abrazandole mientras ambos caminaban al departamento.

Tras unos 20 minutos acostados en el sofa juntos disfrutando de la compañia mutuamente, Gustabo decidió hablar.

-Gracias.

-¿Gracias por qué?-miro en dirección al rubio el cual estaba acostado en el regazo del mayor.

-Por todo, por tenerme paciencia y sobretodo por quererme.-se acurrucó en el cuello de Jack.

-No me tienes que dar las gracias de nada, siempre te querré y te tendré toda la paciencia del mundo, porque te quiero.-levanto suavemente la cabeza del rubio para darle un beso.

-Te quiero Jack.-se levanto poco a poco para ponerse a la altura de su pareja para poder continuar el beso  con mayor comodidad.

Besos que comenzaron llenos de amor y ternura, sin ningún tipo de segundas intenciones terminaron en volverse besos llenos de lujuria y deseo reprimido durante meses.

Eres mío ; IntenaboWhere stories live. Discover now