Virus,Apocalipsis (Chandler Riggs)

Capitulo 5

Philip pasó por la puerta y miro al hombre.

- Suelta a la chica- bramó.

- Ella se metió a mi habitación sin permiso- respondió el hombre.

- Haz lo que te ordenó!- Bramo Philip sacando un arma y apuntando al hombre.

El hombre asintió y saco un cuchillo. Desató las cuerdas de los pies, después tomo mis muñecas con furia y las desató.

El hombre jaló mi brazo con fuerza lastimándome. Me queje y zafé de su agarré.
El hombre me empujó fuera de la habitación con gran fuerza haciéndome chocar con la pared de enfrente.

- Sabes que no esta bien husmear?-Preguntó Philip.

- El tiene a Carol!- grité.

Philip dio la vuelta y me ignoró. Caminando como si nada hubiera pasado.

- Siempre huyes de los problemas?- grité.

Este siguió caminando y no dijo nada.
Me introduje al cuarto cerrando de golpe la puerta. Tenía que sacar a Carol de ahí.

Puse mis manos en la cabeza y golpee la cama. La frustración me invadía.

Philip entró a la habitación con algo de carne en un plato y me lo dio. Lo tome y comí en silencio.
El se encontraba ahí parado, como si estuviera esperando que sacara un arma y le disparara.

- Tienes que confiar en nosotros- dijo él

- ¿ Por qué lo haría?

- Te salvamos'

- Claro!- bramé- Y también salvaron a Carol pero la tienen secuestrada! Al igual que a mi! La única diferencia es que yo no estoy atada!

- No te secuestré!- gritó Philip- Eres mi hija y te traje conmigo! Te salve!... Te salve de ser comida de caminantes! Joder!

Sus fosas nasales se abrían y cerraban a causa de la respiración. Me dio un último vistazo y salió de la habitación azotando la puerta.

Sabía que tenía razón. Pero no lo quería aceptar, sabía que me habían salvado y ayudado. Eso era lo que mas me frustraba.
Pero también sabía que habían lastimado y secuestrado a Carol.

La habitación tenía una pequeña ventana. Pero no tan pequeña para no caber por ella.

Quizá y con suerte la habitación donde Carol se encontraba tenía una ventana igual.
Me acerqué a la ventana y a lo lejos se miraban caminantes. Quizá si era lo suficientemente rápida no me alcanzarían.

Caminé hacía la ventana. Le quite el seguro y tire de ella hacía arriba.

>Mierda, esta atascada< pensé.

La ventana se abrió unos centímetros pero se volvió a atascar. El sonido había llamado la atención de unos caminantes. Traté de cerrar la ventana pero fue imposible.
Seguí intentando abrirla. Mis brazos se debilitaban cada vez más.
De pronto la ventana hizo un chirrido y se abrió de golpe.
Los caminantes estaban a unos pocos metros. Saque la pequeña navaja y la sostuve en mi mano.
Corrí contando las ventanas. Cuándo creí haber llegado a la ventana donde Carol se encontraba me puse de puntas en mis pies y asomé. Pero la cortina de el cuarto estaba puesta y no dejaba ver nada.

Escuché un gruñido detrás mío. Giré rápido y aquel feo caminante tenía la boca abierta y sus brazos en mi, tratando de morderme. Tomé la navaja y se la clave en la cabeza varias veces hasta que este cayó.

Los gruñidos se hacían cada vez más presentes. Tenía que correr, cruzando la calle había un pequeño bosque. No estaba segura de si había demasiados caminantes, pero si me quedaba ahí seguramente moriría.