Capitulo 4

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El hombre me miro y se retiró como si nada pasara. Camine lento y cautelosamente.
Gire la manija pero esta estaba cerrada.
Maldije por lo bajo. Forcejeé con la puerta por unos instantes y luego recordé la navaja.
La introduje en la cerradura y la giré.
La puerta hizo un click y se abrió.

No había nada extraño en ella. Color azul y con peluches. El hombre había colocado sus armas en la cama. Pero no tome ninguna. No quería que se enterara de que había estado allí.

Escuché un gemido en el baño. Tome la navaja con fuerza y abrí el baño.

Mi respiración se agitó. Sentía como mis pulmones se llenaban de aire. Mi corazón golpeaba mi pecho con fuerza.

No podía creer lo que veía.
Quizá mi vista me estaba jugando un truco.
Un muy buen truco. Mi garganta emitió un sonido pero ninguna palabra.

Sentía como una lagrima caliente se deslizaba por mi mejilla.
Dentro de el baño se encontraba una mujer menuda de ojos claros y cabello gris.

- Carol!- exclamé.

Ella se encontraba atada de las manos y pies. Tenía un pañuelo en la boca que la impedía hablar.
Estaba congelada, ahí sin hacer nada.

Me di una bofetada mental y le quite el pañuelo de la boca a Carol.

- Isabelle!-dijo ella jadeante.

Tenía ojeras bajo los ojos y su cara estaba empapada de sudor.
Corte las cuerdas y note que sus muñecas tenían sangre gracias a la cuerda que las apretaba.

Carol me envolvió en un abrazo. Estaba llorando.

- Carol estas bien? ¿Qué te hicieron?

- Estoy... Bien querida- estaba segura de que no lo estaba, pero ella era demasiado fuerte.- Tenemos que salir de aquí!

- Lo sé Carol- dije- pero hay guardias en la entrada y no tenemos armas!

- Como terminaste aquí?- preguntó Carol.

- Yo... te lo contaré luego.

Ella asintió y sonrío. Una débil sonrisa. Intentó ponerse de pie y al lograrlo se quedó allí parada unos segundos.

Abrí la puerta y mire a los lados. Vacío. Salimos y escuché un arma. Me gire y mire a Carol con un arma.

- Que haces?- pregunté.

- Tenemos que defendernos!

Asentí y tome el arma que Carol me pasó.
La oculte en mi pantalón y salí. Mis manos temblaban.
Escuchaba a los hombres caminar por el lugar. Sus pisadas resonaban por todo el lugar.

Mire a Carol y su mirada mostraba terror.
Tomé una bocanada de aire y caminé en silencio por el pasillo.

Sentí cómo alguien me tomo por la espalda y me hizo soltar el arma. Lo mismo paso con Carol.

De repente todo se nubló.

...

Desperté y estaba atada en aquella habitación. Frente a mi estaba aquel hombre de barba negra. Gire la cabeza y mire a Carol. Estaba golpeada y tenía sangre en el labio.

La puerta de la habitación se abrió de golpe y entro Philip por ella.

Virus,Apocalipsis (Chandler Riggs)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz