Virus,Apocalipsis (Chandler Riggs)

Capitulo 2

Tenía demasiadas cosas por analizar. Traté de respirar.

- Tu no eres mi padre- escupí.

- Se que es difícil de entender- Comenzó- Pero lo eres, eres mi hija y haré lo que sea para mantenerte a salvo!

- Cuando descubriste que era tu hija?- pregunté- Cuando nos abandonaste?

- Escucha, lamento no haber estado ahí para ti, pero ahora lo estoy!

- No estuviste cuando mas te necesitaba- comencé- ahora no te necesito!

Traté de abrir la puerta del auto pero esta estaba cerrada y no la podía abrir. Bufé y me concentré en la carretera.

Jamás había estado tan furiosa en mi vida. Quería apuñalar a ese hombre que decía ser mi padre. Quería hacerlo sufrir mas que a nadie. Quería despedazarlo.

- Puedo tener algún arma? - Pregunté. Realmente necesitaba una, quería una ahora mas que nunca.

- No.

- Oh! - exclamé- entonces moriré siendo comida de caminantes y además! No tendré con que defenderme!

- Nada te pasara! Joder! Entiende que estas conmigo!

- Yo quiero ir con MI grupo!

- Ahora este es tu grupo!

- Tu no me obligaras!-Tome la puerta y la sacudí con fuerza tratando de abrirla pero fue inútil.

Cinco minutos mas de camino y nos detuvimos a almorzar.

- Tienes que saber que te cuidaré-dijo él pasando su mano por mi mejilla.

- No me toque!- escupí.- Aléjese de mi! Usted es el cobarde que infestó la prisión! Solamente es eso! Un cobarde...gobernador.

- Se que tienes mucho que analizar- dijo él- y mi nombre es Philip.

El hombre le quitó el seguro a las puertas y me miró fijamente. Una mirada fría y vacía.
Ese hombre no era mi padre.

- Por ahora solo eras el hijo de perra que infestó la prisión- escupí bajando del auto.

Todos estaban abriendo latas y repartiéndolas. Un hombre me pasó una y la tome. Todos estaban recargados en los autos comiendo. Divisé como un hombre abrió la puerta de un auto y paso una lata de comida a alguien en su interior. Miro a su alrededor y cerró la puerta sospechoso.

Caminé hacía aquel auto. Lentamente y aparentando que daba un paseo.

- Hey a donde crees que vas? - Aquel hombre sospechoso de barba negra me preguntó.

- Yo solo exploraba- mentí.

- Pues lárgate a explorar otros lugares!- escupió el hombre.

Rodé los ojos y di media vuelta. La sopa de la lata que estuve comiendo se encontraba ahora vacía.

Le deje sobre un auto y me escabullí entre las personas. Tenía que saber que ocultaban en aquel auto.

Me agaché y pase detrás de las personas.
Estaba a unos pocos metros de llegar a aquel auto cuando divise al hombre entrar a él y encenderlo.
Maldije por lo bajo y regresé.

- Buscaremos un lugar para pasar la noche!- Dijo el gobernador- No pierdan esperanzas! Encontraremos algo! Todos a los autos!

La gente junto sus pertenencias y se montó a los autos.
Quizá si me quedara ahí escondida nadie me notaría y podría escapar. Pero estaba Philip.
Quien me puso una mano en el hombro y me guío al auto, cerrando la puerta con seguro.

- Pasa algo querida?- preguntó él.

- Quiero un arma- musité.

Alzo las cejas y encendió el auto. Ignorándome por completo.
Un momento después, se dispuso a hablar.

- Tendrás un arma cuando confíes en mi totalmente.