Capitulo 1

222 9 2
                                    

No podía respirar bien. Y mis ojos pesaban demasiado como para abrirlos.
Trate de mover mis manos pero no lo lograba. Estás estaban atadas.

> Joder< Pensé.

Escuchaba voces a mi alrededor pero no sabía con exactitud que decían.
Lo único que sabía era que las voces eran de hombres.
Al menos unos tres.

Mis ojos se abrieron poco a poco y divise a dos hombres en el auto.
Trate de aclarar las cosas. Primero: Estaba en un auto. Segundo: Tenia las manos atadas. Tercero: Había hombres extraños.

Respiré hondo y trate de que mi vista se aclarara y adaptara a la luz.
Mire a los hombres. Pude ver claramente el perfil de uno, era aquel hombre de el parche " el gobernador."

El jodido hombre que había infestado la prisión y que ahora me tenía presa.
Estaba totalmente desarmada.

Sentía el vaivén del auto. Estuvimos andando por un tiempo. Varias veces trate de decir algo pero no podía. No salía ningún sonido de mi garganta.
El auto paró y el hombre que estaba en el asiento del copiloto bajó. Dejándome sola con aquel hombre " Gobernador " en el auto.

- Veo que despertaste princesa- Dijo aquel hombre sacando un cuchillo de su pantalón.

El pánico se apoderó de mi cuerpo. Me tense totalmente y el hombre se acercó cuidadosamente a mi.

- No te haré daño- dijo él- Solo déjame ayudarte.

El hombre tomo el cuchillo firmemente y tomo mis muñecas atadas. Con cuidado puso el cuchillo en la soga y la fue rompiendo.

- Prometo no dañarte- prosiguió- Solo cálmate.

El hombre sacó una botella de agua y me la dio. La tomen sin protestar y tome hasta la última gota.
Aclare mi garganta y trate de decir algo.

- Donde están los demás?- Dije.

El hombre " gobernador" se paso la mano por la cabeza y luego rascó su barbilla.

- Escucha- dijo él- lo bueno es que tú estás a salvo... Conmigo.

Mire a sus ojos. Corrección su ojo y ese parche. Y entonces lo recordé.
Ese hombre iba a casa con mamá y discutían. Yo solo tenía cinco años y los escuchaba discutir.

No tenía demasiados recuerdos de él. Pero sin embargo lo recordaba.

- Vamos- dijo él- Aquí instalaremos un pequeño campamento y pasaremos la noche.

Me senté rápidamente y sentí que la sangre de mi cabeza se había esfumado. Mire negro por unos segundos pero luego volvía la normalidad.
Aquel hombre abrió la puerta del auto y me extendió la mano para ayudarme. Pero no la tome.
La camioneta estaba algo alejada del suelo así que brinque.
Mis rodillas dolieron al tocar el suelo pero ignore el dolor.

Había unas 8 casas de acampar en el bosque. Sus hombres habían colocado alambres y cosas para que los caminantes no nos atacaran de sorpresa.

Estaba oscureciendo. El hombre "gobernador" me indicó una cabaña.

- Mañana hablaremos Isabelle- dijo él.

Asentí y lo mire confundida. Sabía mi nombre.

- ¿Cómo sabes mi nombre?- pregunté.

El hombre paró en seco y dio media vuelta. Sin embargo solo se limitó a decir:
- Duerme bien.

Y se fue. Dejándome sola en aquella casa de acampar.
Podría escaparme pero sabía que ellos lo notarían.
Además que probabilidades tendría de sobrevivir sola en un bosque y sin ningún arma o cuchillo.

La cantidad de hombres había reducido gracias a los caminantes.
Y yo no sabía nada de Rick, Chandler, Carol o lo demás.
Ni siquiera sabía si estaban vivos. Y tampoco sabía que harían conmigo aquí.

....

Me desperté algo temprano. El sol aun no se había puesto. Salí de la casa de acampar y me estiré.

Un hombre armado me miro por un segundo pero regresó a su puesto de guardia.

- Todos arriba!- Gritó el "gobernador " saliendo de su casa de acampar- Nos vamos! Todos tomen un auto, iremos en parejas, junten esas casas de acampar!

El gobernador sacó un bolso que suponía debía tener armas dentro. Me hizo una seña para que lo siguiera. Lo pensé por un momento, pero seguramente si no lo seguía me mataría. Así que lo seguí.

Esté se subió en una camioneta verde. Me monté en el asiento del copiloto y cerré la puerta.
Mire por la ventana y divisé a aquellos hombres guardando las casas de acampar y subiendo a los autos.
Un hombre hizo una seña y encendieron los autos.

- Me dirás como es que sabes mi nombre?- pregunté.

- Es una larga historia- dijo él.

- Al parecer tenemos demasiado tiempo- ironicé- gobernador.

- No me llames así- dijo él.

- Entonces como quieres ser llamado?

El hombre tomó una bocanada de aire y apretó las manos en el volante del auto.

- Se que esto será difícil de tomar- comenzó el- Pero eres mi hija Isabelle Blake.

Me quede sin respiración por un momento.

Virus,Apocalipsis (Chandler Riggs)Where stories live. Discover now