XX

220 45 30
                                    

Las más grandes y más poderosas revoluciones comienzan a menudo muy silenciosamente, ocultas en las sombras.
Richelle Mead—

Capítulo 20: Sin tiempo

—Solo es cansancio —afirmó Kaled volviendo a avanzar y tomando a London del brazo para llevárselo—. Agoté bastante de mis habilidades cuando traje de nuevo a London.

—Eso fue mi culpa —Ion confirmó—. Al momento de tomar prestada una habilidad la sustraigo casi por completo del huésped.

—Fue lo mejor —London se detuvo—. Lo que dice Ion es cierto. Estuve trabajando en ello durante varios días.

—Íbamos a escapar —reclamó Kaled—, el tiempo era nuestra mejor arma.

—Ion te la quitó, ahora es suya, si ambos tenían ese poder, la pelea nunca terminaría.

—Pero ahora le pertenece a Ion.

—No es permanente. Solo la toma hasta que su cuerpo y mente olvida manejarla. Dura cerca de tres semanas a un mes. Si tú seguías manejando el tiempo, Ion también tendría la posibilidad de hacerlo. Es mejor quitarlo por completo.

—¡London!

—Fue lo mejor.

Esa misma tarde Ion se aseguró de descubrir y capturar a todos los aliados de London. Marley y Kaled en la lista de más de veinte nombres. Todos ellos fueron puestos en una prisión, muchos metros bajo el agua, con el oxígeno exacto. Los pocos que seguían siendo leales al proyecto vigilaban y se ocupaban de seguir con la siguiente fase. Ion estaba a nada de tener el poder del mundo en sus manos.

Las guerras eran cada vez más devastadoras

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las guerras eran cada vez más devastadoras. Lo poco que ODAH revitalizó, se redujo a la mitad. China tenía su territorio por completo en incendios provocados por misiles o algún arma nuclear que un rival del calibre de Estados Unidos podía crear. La potencia americana había tomado varios sectores poblados de vegetación para alimentar a sus soldados y así hacerlos más fuertes para el campo de batalla.

Por otro lado, China, envidioso de sus riquezas naturales, evitó que alguien más que los poderosos ministros y presidentes se acercaran al área. Sus soldados eran débiles, pero entre ellos estaban las armas de ODAH. Proyectos por demás letales. Si bien el fuego ya no estaba de su lado. El hielo, fuerza y otras habilidades los hacían casi invencibles. En dos semanas de batallas ninguno de los proyectos fue derrotado y mucho menos muerto. Eso se debía a la pequeña arma que London preparó desde el principio. Una proyecto con la capacidad de curar heridas casi al borde de mortales.

Sin embargo, Estados Unidos conocía de estos y quería hacerse con ellos lo más antes posible. Claro que de una manera diferente. No planeaba pagar el exhorbitante precio que ODAH pedía por los servicios de aquellos soldados perfectos. Estados Unidos realizó distintas tácticas de sustracción y captura para así tener al menos un proyecto. Tenía la creencia que con uno podía hacer que su equipo de ciencia recreara el proyecto y hasta pueda mejorarlo.

Proyecto ODAHWhere stories live. Discover now