XVII

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"Lo único que realmente nos pertenece es el tiempo. Incluso aquel que nada tiene, lo posee"
—Baltasar Gracián

C

apítulo 17: Es un universo de segundas oportunidades

Los pasos del pelirrojo resonaron por todo el pasillo, a su lado varios cuerpos muertos caían instantáneamente; la mayoría guardias de seguridad. Las alarmas sonaban a su alrededor y sus manos estaban encendidas en fuego azul que se extendía a todas direcciones sin discriminar a quien matar o salvar. Nadie escapó de aquella masacre. Antes de que Marley pudiera alzar un dedo ya habían desaparecido.

Los pasillos se encendían en rojo cada ciertos segundos y las habitaciones de todos los proyectos se abrieron al mismo tiempo, liberándolos. El caos se sembró de inmediato, pero Marley se quedó quieto varios segundos frente a aquella puerta. Porque si él era fuego quien más podría con él sería alguien cuya habilidad sea el hielo o agua. Y justamente a su lado y tomando su hombro estaba 38-41. El mismo ya lo derrotó en el pasado. Debía ser cuidadoso.

Retrocedió unos pasos hasta verlo de frente. 41 siempre lucía relajado, su cabello blanco se recortó de forma militar y sus ojos azules eran frialdad pura. Marley sonrió por su suerte y alzó la vista un poco más allá donde Ion lo esperaba con los brazos cruzados y con una copa de vino apoyada en su escritorio. El hombre lucía relajado porque sabía que nadie podría con el proyecto que se había encargado de perfeccionar.

—Después de esto voy a encerrarte en una celda y no recibirás ningún alimento. Veré tu lenta muerte —Se burló 41, su mirada altiva le señaló que él también estuvo practicando.

—Cuando le beses el trasero a Ion quizá puedas derrotarme.

—Ya te he derrotado una vez —respondió 41.

—Por eso.

Las paredes se quebraron ante el hielo que las cubrió de inmediato. El ambiente bajó varios grados en picada y aquellos proyectos que estaban en su viaje de escape se quedaron congelados en segundos. Kaled cambió de posición antes de todos y evitó que aquella batalla le afectara. Desde su habitación vio a ambos proyectos retándose con la mirada.

Ion extendió su mano hasta el teléfono a su lado. Poco a poco todos los servicios estaban comenzando a funcionar otra vez. Por supuesto que ODAH sería el primer beneficiado de aquellas herramientas, aunque solo con sus proyectos hizo todo ello antes de que volviera el mundo a la normalidad.  Marley no pudo escuchar la orden de Ion, pero supo que no era nada bueno.

La intensidad del fuego incrementó, desde las palmas de sus manos hasta sus hombros. Marley vio las plantas de sus pies crear más fuego y pronto el hielo empezó a derretirse, pero una capa tan gruesa no se desvanecería en segundos. 41 siguió creando capa tras capa de hielo apenas y esta se derretía. Sin darle opción a Marley atacó.

En dos pasos y sin miedo tomó la mano de Marley y la congeló de inmediato. El dolor incrementó, el frío penetró sus huesos y el pelirrojo gritó. Usó su derecha libre para liberar su brazo, pero el hielo ya había hecho de las suyas,  no podía crear más fuego con esa extremidad que a duras penas y emitía un movimiento. Kaled observó en silencio desde su habitación.

Marley bajó su mirada y sus pies estaban cubiertos ya por el hielo de su oponente. El dolor que el frío provocaba hizo sus piernas temblar y sus labios empezaron a volverse azules por la temperatura casi por el suelo. A punto de retroceder sintió sus manos más fuertes. El brazo que hace poco estaba congelado se veía mucho mejor. De inmediato volteó y Kaled le sonrió con el pulgar arriba.

Proyecto ODAHWhere stories live. Discover now