—No te conocía de esta manera. Solo mantén la compostura en eventos importantes —la señora Kim aventó la servilleta para después levantarse—. Y se discreto, no quiero ningún escándalo —dijo antes de retirarse del comedor—

En ese momento los modales y educación de SeokJin se habían ido a ala deriva, de un tiempo para acá SeokJin perdió sus hermosas cualidades. De ese chico dulce y educado quedaba muy poco.

SeokJin terminó de desayunar y subió a su habitación para poder arreglarse. Una hora después SeokJin ya estaba listo, pero listo para qué, no tenía nada que hacer, tareas no tenía. NamJoon, NamJoon es la opción.

Uno, dos y tres tonos bastaron para que NamJoon respondiera.

—¿Todo bien? —dijo NamJoon del otro lado de la línea—

—Todo bien, ¿Estás en casa?

—Si, de hecho llegué hace diez minutos ¿Quieres salir?

—¿Están tus padres?

—No, se quedaron en... —la voz de SeokJin no dejó terminar a NamJoon—

—Voy para allá.

SeokJin colgó la llamada y en cuestión de minutos hizo una maleta con tres cambios de ropa. Cerró la maleta, buscó las llaves de su automóvil y condujo a casa de su novio.

Veinticinco minutos al volante fueron suficientes para llegar a casa de NamJoon. SeokJin tomó su celular para poder enviarle un mensaje a NamJoon: "Estoy afuera. Ábreme" esa peña frase fue enviada a NamJoon y tres minutos después el portón se abrió dejando ver a un hombre alto, de piel bronceada, cabello oscuro y un cuerpo escultural. La camisa azul marino de satén quedaba tan bien con la complexión de NamJoon, la camisa favorecía demasiado a los brazos del hombre, el pantalón negro marcaba parte de la musculatura de los muslos de NamJoon, una pañoleta de seda adornaba el cuello de NamJoon haciéndolo lucir interesante, pero a ojos de muchos y de SeokJin ese pequeño detalle lo hacía lucir jodidamente sexy. El cinturón y los zapatos no aportaban mucho, solamente servían de complemento.

SeokJin estacionó su automóvil, lo apagó, tomó la maleta he intentó bajar, pero un dolor en la cadera hizo que la acción no fuese completada. SeokJin se quedó con un pie en el interior del coche y con el otro fuera de este.

—¿Te ayudo? —preguntó NamJoon—

—Por favor. La cadera y las piernas no trabajaron hoy —respondió SeokJin con una leve sonrisa en el rostro—

—Puedo cargarte si quieres.

—Solo ayúdame a levantarme —dijo entre risas—

El menor pasó el brazo del mayor al rededor de su cuello para que este tuviese más soporte. El brazo derecho de NamJoon se encargó de hacer todo el trabajo ya que no necesitó de mucha fuerza para ayudar a su novio. Una vez fuera del automóvil NamJoon tomó la maleta de SeokJin y ambos caminaron tomados de la mano hasta llegar a la casa del menor.

—Estas solo, ¿Verdad? —preguntó el mayor quitándose el abrigo—

—Si, ¿Por qué tanta insistencia en eso?

—Aún me debes algo —dijo SeokJin acercándose lentamente a NamJoon—

—el menor rió levemente mientras echaba la cabeza hacía atrás—. No podías ni salir del auto, ¿Crees que vas a aguantar?

—Estoy dispuesto a correr el riesgo. Eso sí, me encanta experimentar en varios lugares, pero las cómodas no son la mejor idea, prefiero una cama.

—Creo que estamos perdiendo tiempo

NamJoon no esperó ni un minuto más pues este ya estaba enganchado a los carnosos labios de SeokJin. Cuando los besos empezaron a subir de nivel el mayor se detuvo pues no quería hacerlo en un sofá, ambos jóvenes subieron las escaleras y cuando la puerta de NamJoon fue cerrada oficialmente empezó la "reconciliación" de la pareja.

Parafilias •NamJin•Where stories live. Discover now