Parafilias •NamJin•

~Amaurofilia~

Amaurofilia: Preferencia por el sexo con personas invidentes o con los ojos vendados.

Después de aquella exitosa cena los anfitriones se dirigieron a sus habitaciones. La madre de SeokJin subió las escaleras con los tacones en la mano, su padre subió con el saco en la mano y la corbata ya deshecha. El joven tuvo que esperar cinco minutos más después de sus padres ya que la cadera le dolía mucho y sus piernas no respondían a su cuerpo, estás temblaban y le dolían mucho. Una acción tan fácil como lo puede ser subir escaleras a SeokJin le costó casi diez minutos menos de sueño; ya en la planta alta el joven caminó lentamente y con una mueca de dolor en el rostro a su habitación y después de tanto esfuerzo lo consiguió. Cerró la puerta detrás de él y se echó a la cama sin pensarlo, no iba a lavarse la cara, no iba a cambiarse, nada, solamente quería descansar y olvidarse del dolor. No hubo necesidad de quedarse inmóvil por quince minutos para poder conciliar el sueño pues el joven quedó dormido en cuestión de segundos.

A la mañana siguiente el joven despertó al rededor de las diez de la mañana debido a un sutil pero audible golpe en la puerta.

—Jin —dijo una voz suave al otro lado de la puerta—. Jin

El joven se inclinó para quedar sentado y poder responder aún adormilado.

—Si

—El desayuno está servido, tus papás te están esperando.

SeokJin emitió un sonido que la señora pudo interpretar como un si así que se retiró; SeokJin se sentó con cuidado en el filo de la cama para poder ponerse sus pantuflas y bajar a desayunar. Se levantó, tomó la bata que se encontraba en el perchero ubicado a un lado de la puerta. Abrió la puerta y bajó lentamente las escaleras, pues sus piernas y cadera aún le dolían bastante. Llegó al desayunador y saludó a sus padres, pero uno de ellos no respondió de buena manera al saludo de SeokJin.

—¿Todo bien? —preguntó SeokJin tomando asiento  dirigiéndose a su madre—

—Después hablaremos —respondió empática—

La madre de SeokJin estaba particularmente molesta por el desarrollo de la cena de la noche anterior. El disgusto de la señora Kim fue bastante notorio he incómodo para los presentes que el padre de SeokJin se retiró con la excusa de llegar tarde al trabajo.

—¿Por qué te fuiste de esa manera?

—John quería ver mis trajes. Nada más —respondió antes de tomar un sorbo de jugo—

—la señora Kim dejó caer sus cubierto en el plato provocando un ruido bastante molesto—. No soy estúpida SeokJin, no sé si sean tus claves o algo similar. Pero dime una cosa, ¿enseñar trajes significa tener relaciones con tu socio? —la madre de SeokJin fijó la mirada en el joven esperando una respuesta concreta, pero el joven solamente se puso nervioso—.  ¡Contéstame!

—Solo le enseñé los trajes, no sé qué me tratas de decir. Platicamos y nos dimos recomendaciones de restaurantes. Alucinas.

—¿Alucino? SeokJin por favor, tus gritos y un mueble chocando contra la pared se escuchaban hasta el comedor. Afortunadamente el contrato se firmó. Y otra cosa, la fiesta de Taehyung.

—También está mal que hagamos fiestas —dijo SeokJin sarcásticamente—

—Eso no era una fiesta, era una maldita... Una... —la señora Kim no sabía qué decir, le costaba asimilar todo—. Hicieron una orgía. Desafortunadamente me enteré de todo lo que pasó en esa fiesta.

—De una u otra forma de ibas a enterar —dió un suspiro y dejó los cubiertos a los costados el plato—. Pues si, si hicimos una orgía, era el deseo de Taehyung y déjame decir que también el mío.