Capítulo 18

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Capítulo 18

En la tarde, un grupo de guardias acompañados de Ferran hacen acto de presencia.

Observo majestuosamente como su piel oscura con manchas blancas brilla por los últimos rayos del sol. Sonrío apenas me ve y corro hacia él. Se baja del caballo antes de que siquiera llegue a su lado y espera pacientemente a que termine mi camino hasta sus brazos.

—Cualquiera creería que soy tu hermano querido—Saluda entre bromas.

—Lo eres cuando no está el resto.

—Ya veo con quién me traicionas—Dice Declan.

—Es mi hermano mayor querido—me defiendo—. Tú no entras en la lista porque eres más pequeño.

—Excusas—se va cantando. Ferran y yo reímos.

—Me alegra ver que estás en perfectas condiciones—comenta.

—Sin embargo murieron dieciséis guardias.

—Pero se fueron con honor.

—¿De qué sirve el honor cuando eres el sustento de tu familia?

—Los recompensaremos.

Suspiro sabiendo que el dinero no les quitará el dolor de perder a sus seres queridos, pero no podemos traerlos de nuevo a la vida.

—Ya ordené eso—revelo y mira asombrado—. Estás lento, hermano.

—Y tú queriendo volar.

Despeina mi cabello y junto a él, nos dirigimos a donde se encuentran el resto reunidos.

—Príncipe, princesa—Saludan Edan, Asdrit e Ilena.

—El rey ha ordenado que volvamos todos—informa mi hermano—. Los suministros a los albergues serán entregados por guardias en los próximos días.

—¿Qué ocurrió con las personas del hostal?—inquiero—No fueron encontrados entre los muertos.

—Actualmente se está buscando a los dueños. Los guardias informaron que cuando buscaron en las habitaciones principales estas tenían ropa desperdigada por todo el suelo.

—Entonces todo fue una trampa—él asiente.

—El rey ordenó investigar este asunto, sin embargo, lo hizo a quien orquestó todo esto.

—Es una perfecta oportunidad para que el príncipe heredero cubra sus huellas—advierte Edan.

—Exacto, pero las cosas son peores de lo que creíamos—dice—. No solo querían a la cuñada, sino a todos ustedes.

Río al notar que Nahul es más osado de lo que creíamos y mis hermanos me miran como si estuviera loca.

—Apenas me casé, y ya me quiere muerta. —masculla Ilena.

A nosotros antes de nacer.

—Si fuera por él, mataría a todas sus esposas—espeta Declan.

Una cara bonita reemplaza a otra, nada nuevo.

—Entonces Nahul sospecha algo—comenta Edan.

—Es eso, o sólo quiere librarse lo antes posible de quienes podríamos ser un problema para él—murmuro.

—Sea eso u otra cosa, estarán más seguros en el palacio.—indica Ferran

—¿No es más fácil que nos mate en su territorio?—Inquiere Ilena y todos negamos.

—Nahul no se atrevería a matarnos a todos dentro del palacio—Comenta Declan—. En caso de intentarlo, solo lo haría contigo.

—Gracias príncipe, me hace sentirme mejor—murmura.

Sarka. ©Where stories live. Discover now