Sarka. ©

Capítulo 6

Capítulo 6

Mi objetivo se encuentra a diez metros de distancia, por lo que debido a su tamaño, se mira difuso.

Lanzo una flecha y esta da cerca del blanco, pero no es suficiente. Tomo otra, y cuando estoy a punto de arrojarla, una voz me alerta.

—Te estuve buscando por todas partes—grita Declan, a poco menos de tres metros de distancia.

Giro, y sin quitar la flecha de su posición, apunto hacia él. Sin embargo en vez de parar, corre hacia mi.

—¿Por qué, el rey dijo algo importante en la reunión?—indago una vez lo tengo a tan solo centímetros. Tan cerca que si disparo, mi flecha lo atravesaría.

Suspira, se acerca más a mí y sin temor por su hermana mayor, quita la flecha de su posición y luego el arco de mis manos.

—A padre no le gustaría que me quitaras la vida.

—¿Por qué?—pregunto bromeando con él—Tiene más hijos. Uno más o uno menos no haría la diferencia.

Pone el arco junto a la flecha en posición y sin tardar mucho, dispara para dar justo en el blanco de la diana. Le aplaudo, tener muchos más años de entrenamiento que yo, lo ha hecho mejor.

—Pero yo soy el más guapo de todos—sonríe pícaramente.

Pongo mi mano sobre su cabello y la muevo para desordenarlo. Me mira fastidiado y saco la lengua como un infante.

—Revisa el suelo, el ego se te está desbordando.

Ríe, y recordando por qué vino, tira el arco en el suelo sin ningún cuidado y antes que le recrimine por su falta de delicadeza, indica con su mano que haga silencio. Se acerca aún más y se coloca de modo que solo yo pueda oírlo.

—Llegó la noticia de que hay un grupo de huérfanos que roban casas, y puestos de mercado.

—¿Y qué consejo dieron los ministros?

—La mayoría insiste en que los criminales sean ejecutados.

Mi asombro no tarda en aparecer junto al desconcierto. Él asiente, confirmando que sí escuché bien.

—¡¿Cómo van a hacer eso?!—grito y él indica que baje la voz.

—Lo sé, Padre tampoco quiere, por lo que nos pidió propuestas para tratar el asunto.

—¿Ninguno fue capaz de dar una?—cuestiono y él niega—Está bien, pensaré en algo y te lo diré.

—Creo que es momento en que te hagas responsable por tus logros.

—¿Crees que padre lo ejecute a pesar de ser yo la de la idea?

—Ya lo ha hecho antes sin saberlo.

Pienso en todas las veces en las cuales mis ideas se implementaron y sonrío con orgullo. No haría mucha diferencia que yo las diga en vez de que mande a otro.

—Tienes razón—murmuro—. Muchos planes que ustedes han propuesto, han sido míos.

—Creo que eso ha sido obvio, sólo que no quisieron ver la verdad—revela—. Después de todo es fácil saber que eres tan inteligente como tu hermano menor porque aprendiste de mí.

Río, y él peina su cabello a pesar de saber que me burlo.

»No entiendo el motivo de tu risa.

Callo, y me dirijo hacia él. Subo la mano y despeino su cabello nuevamente.

—Es un poco extraño decir que aprendí de ti, cuando se supone que el menor es quien sigue los pasos de su mayor.

—Te dejo seguir con tu práctica—comunica ignorando mis últimas palabras—. Voy a leer un poco.