𝐀𝐟𝐭𝐞𝐫 𝐍𝐢𝐧𝐞: 𝐴𝑛𝑔𝑒𝑙𝑠 𝐿𝑖𝑘𝑒 𝑌𝑜𝑢

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  — Nick, ¿Sucede algo?— preguntó, confundida por aquella llamada.

 — Lo siento mucho— se escuchó un hipido—. Todo es mi culpa...

 Aquello descolocó a la mujer, ¿De qué hablaba? ¿Por qué se disculpaba? La preocupación empezó a llenarle la cabeza.

 — ¿Estás borracho?— cuestionó, aunque era bastante obvio.

 Hubo un momento de silencio al otro lado de la línea, solo se podía percibir la respiración pesada del hombre.

 — ... No— dejó escapar otro hipido.

 Sarah suspiró mientras apretaba el puente de su nariz. Era hora de reunir toda la paciencia que tenía, porque tendría que lidiar con su pareja borracha.

 — ¿Dónde estás?— quiso saber.

 — En mi casa— contestó—. ¿Vendrás para estar conmigo?— su tono de voz se escuchó ilusionado.

 — Sí, iré a verte. Quédate donde estés y no salgas— le ordenó para luego colgar.

 Tomó su bolso y las llaves de su auto. Corrió hasta la cochera y se subió a su coche, iniciando su viaje al pueblo vecino. Trataba de ir lo más rápido que podía y le fuera permitido. Durante el trayecto se preguntaba el porqué Nick había tomado hasta el punto de embriagarse, no tenía sentido para ella. Él no era el tipo de persona que se ponía bebido para celebrar. Se preguntó si le había pasado algo malo o había recibido malas noticias. No lo sabía, pero tenía que averiguar.

 Cuando llegó estacionó frente a la casa del pelinegro, salió y corrió hasta la puerta de entrada. Se demoró un poco buscando las llaves que le había entregado Nick, pero al final las encontró y pasó al hogar.

 — ¡Estoy aquí!— avisó alzando la voz, así la podía escuchar.

 Sin embargo, no obtuvo ninguna respuesta. Sarah se extrañó demasiado por esto, así que empezó a buscarlo mientras lo llamaba, el resultado era el mismo. En la sala de estar pudo ver unas cuantas botellas de diferentes tipos de alcohol. Negó con la cabeza.

𝐋𝐎𝐒𝐈𝐍𝐆 𝐆𝐀𝐌𝐄 ⁞ 𝘕𝘪𝘤𝘬 𝘎𝘰𝘰𝘥𝘦Where stories live. Discover now