𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐞𝐭𝐞

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El peli-rubio bostezó y estiró un brazo para llegar hasta su celular y tomarlo. Encendió la pantalla, y al ver la hora que marcaba el reloj sus ojos se abrieron como platos.

Eran pasadas las doce del mediodía del día Sábado, lo cual era malo. Muy, muy malo.

—Jimin, ¡despierta!—le arrojó un almohadón a su amigo que dormía en una cama improvisada que armaba cuando él se quedaba en su casa. Aunque eso ocurría con poca frecuencia.

El chico se removió quejándose un poco, pero no abrió los ojos ni de casualidad. Tenía el sueño pesado. Hoseok le lanzó una de sus zapatillas, logrando que al menos por unos cortos segundos parpados se despegaran.

Mmhg, Hoseokie~ Solo cinco minutos más.

Si Jimin fuera consciente de la hora, estaría vistiéndose tan apresuradamente como él.

—¡Vamos idiota! Moonbyul te va a matar.

—¿Byul?—bostezó, restregandose los ojos con el dorso de las manos—, ¿qué sucedió? ¿Porqué tanta prisa?

—¿Pirquí tinti prisi?—puso los ojos en blanco, cambiando la camiseta del pijama por una remera blanca—, en realidad tu deberías estar más emocionado que yo.

Su cerebro se tomó un par de segundos en atar cabos y procesar la nueva información.

—¡Demonios, ya me acordé!—menos mal que los vecinos ya estaban levantados o si no ya se estarían quejando de tantos gritos y tonos altos. Park se sentó y tomó su celular, sus ojos captaron primero que nada el reloj y quiso que la tierra se lo tragara—. Ay, Byul nos va a matar ¡cómo es que no puse la maldita alarma, joder!

Habían quedado de verse a las diez, y de no haber bebido algo de alcohol la noche anterior tal vez se habrían despertado más temprano.

Mientras Park se vestía siendo lo más rápido en la habitación Jung preparaba algo que pudieran llevar en el camino y de fácil ingesta en la cocina.

Luego de alrededor de veinte minutos de estar a las apuradas corriendo de un lado al otro por una cosa u otra, finalmente salieron del departamento rumbo al estacionamiento para subir al coche y así poder ir al encuentro con la chica.

Se suponía que tambien estarían el dueño de la inmobiliaria y otro par de asistentes más pero únicamente Moonbyul cruzada de brazos estaba esperándolos.

—No nos pegues por favor—a penas se hubo bajado del auto y estando frente a la chica Hoseok suplicó con un puchero, mirándola con ojitos de cachorro triste.

—Ten piedad de nosotros, Byul.

—Par de tarados—suspiró poniendo los ojos en blanco—, no se preocupen. Yo me encargué de una parte del papeleo, luego Jim tienes que pasar a firmar otros pero oficialmente la casa es tuya.

—¿Así nada más?—Hoseok se sorprendió, aunque claro estaba muy feliz también—, wow y pensar que hace un par de días estaban negados a rebajar el precio de los intereses.

—Si, bueno, yo...—pero cayó de inmediato. Moonbyul y Hoseok se quedaron mirando directamente a los ojos.

Por la mente del chico cruzaron miles de ideas de convencer a Wooseok de cerrar el trato, pero hubo solo una que lo hizo temblar en su sitio.

—No—habló bajito, acercándose a ella—, dime que no lo hiciste.

—No te preocupes Hope, Solar lo sabe —con cariño dejó un beso en la mejilla del mayor y se dió cuenta que Park no estaba—. ¿Jimin dónde...? Ah, ya te veo.

Jimin estaba paralizado, inmóvil, de rodillas al suelo, con la vista clavada sus manos. ¿De verdad esas palabras recientemente dichas por la mejor amiga de su novio eran reales?

Había deseado tanto, realmente tanto aquello durante los últimos dos años que se sentía irreal. Y no solo él lo anhelaba, sabía que YoonGi también ya que una noche borracho se lo había confesado.

Era el sueño por el que había estado trabajando tan duro desde hace más de un año. Y al fin, al fin era completamente suyo.

—¿Jimin, no dirás nada?—Jung se agachó y lo abrazó por los hombros de imprevisto debido a que se había quedado momentaneamente mudo, revolviendole el cabello con una mano—, ¿no estás contento amigo mío?

Pestañeó unas cuantas veces antes de sonreír, continuaba con la vista en un punto insignificante del predio. "Contento" no era exactamente la palabra si no que, sentía una desbordante felicidad.

Tenía ganas de llorar, de reír, de gritar.
Y, oh demonios, claro que lo hizo.
Moonbyul y Hoseok estaban igual que él, ver a su amigo cumplir sus metas les llenaba de orgullo.

—Deberías decirle a YoonGi—sugirió la chica un poco después, rogándole a dios no bajarle el ánimo a Park.

—Lo sé, pero antes de eso necesito una última ayuda de parte de ustedes. E-espero no les moleste, ya han hecho mucho por mi.

—Jimin, sabes que siempre estaremos para tí—ella habló con dulzura.

—¿Qué es lo que necesitas?

—Un espejo. Grande, y preferentemente cuadrado.

El espejo que Jim quiere no lo usarán para mirarse antes de salir

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El espejo que Jim quiere no lo usarán para mirarse antes de salir. Yo solo les tiro esa, ustedes saquen conclusiones 😏

Para el siguiente capítulo me tardaré un poco más, tal vez una semana o más:( será el más largo de toda la obra y quiero hacerlo bonito para ustedes🥺💛

Espero estén bien, tomen mucha awita y coman bien uwu <3🌷

Nos leemos pronto♡

¡𝐇𝐄𝐘, 𝐏𝐀𝐑𝐊 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍! ꒰ ᴊɪᴍsᴜ ◍ ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ ꒱ #pgp2023Where stories live. Discover now