¡𝐇𝐄𝐘, 𝐏𝐀𝐑𝐊 𝐉𝐈𝐌𝐈𝐍! ꒰ ᴊɪᴍsᴜ ◍ ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ ꒱ #pgp2023

𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

La soledad siempre le había gustado. Podía encontrarse a sí mismo, relajarse, llorar sin ser juzgado, reírse sin ser abrumado con preguntas de porque lo hacía.

Normalmente le agradaba estar solo, pero en el último tiempo había sido demasiado.

Su madre se ausentaba cada vez con más frecuencia, poniendo la excusa de que le era más cómodo quedarse con una amiga por que tenía mucho trabajo pendiente y porque no quería hacer mal tercio.

Mal tercio.

Ojalá hiciera mal tercio. Y aunque intentó explicarle que su novio ya no pasaba tanto tiempo con él, ella se negaba a la idea de quedarse de todas maneras. Era extraño, pero lo era aún más el actuar de Jimin.

Lo ignoraba, sin importar qué tanto le hablara o cuánta cosa intentara por llamar su atención.

Cada vez que huía a su habitación, ya fuera furioso, llorando o triste, él aparecía y muy en contra de su voluntad se dejaba consolar. Se dejaba querer, dejaba que lo sanara aún sabiendo que al día siguiente su indiferencia lo volvería a lastimar.

Pero eso... eso era el amor, ¿cierto?. Saber perdonar, por qué el no era alguien malo y muy en el fondo sabía que lo amaba, solo que estaba atravesando algo raro y ya se le pasaría, ¿no es así?

Se dejó caer en la cama una vez que acabó de limpiar la cocina, suspirando. Jimin no había vuelto para el almuerzo, y mediante un mensaje de audio se lo había comunicado alrededor de las once y treinta de la mañana:

↻ Yoon, no podré ir a comer ya que Hyunsik quiere que lo cubra porque su mujer va a dar a luz y no pude decirle que no. Lo siento tanto bebé, no te enojes. Te amo.

Claro que no iba a enfadarse -aunque de ser otra la ocasión tal vez se habría hecho el ofendido-, ya que su novio estaba siendo buen amigo con esa acción.

Horas después, la esposa de Hyunsik y quien era su conocida, había posteado una foto de una pequeña y hermosa bebé que le llenó el corazón de alegría.

—YoonGi, ¿estás despierto?—habló en el tono más bajo que pudo, acostándose sobre el nombrado asegurándose de no hacerle daño con su peso.

—¿Mmh?—sintió las cálidas manos del mayor sobre sus mejillas—, ¿q-que pasó?

Abrió los ojos, pero la habitación estaba oscura por las cortinas cerradas. No lo veía, pero sabía que ahí estaba, a solo centímetros de su cuerpo por sobre las amarillas y suaves mantas.

—Eres tan lindo—dejó escapar un suspiro—, un gatito tan bonito.

Y YoonGi volvió a caer dormido, con una sonrisa avergonzada en los labios, siendo abrazado por su novio.

Antes de que esto se vuelva más tóxico (no era la idea del libro, pero creo que da ese aire) tengo que terminar este libro, así que no creo que dure más de diez capítulos:3