Parte doce. |Extra|

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— Hoy es un día importante y tú has sido parte de esto así que, gracias por todo, Kageyama.

Tobio miró sorprendido a Hinata, deslizó su pulgar sobre la mejilla del chico más bajo y limpio aquellas lágrimas que empapaban sus mejillas.

— ¿Qué dices? —preguntó—. No deberías ser tú quien diga las palabras emotivas hoy.

Hinata rió ante aquella mención. — Lo siento.

El sonido del celular de Tobio llamó la atención de ambos, el chico le informó que regresaría en unos minutos. Hinata observó como la puerta se cerraba y después caminó hasta el espejo que se encontraba en la esquina de la habitación. Despeinó su cabello y dejó salir un suspiro nervioso.

— Está todo listo.

Hinata saltó en su lugar al escuchar a su mejor amigo, no lo había escuchado entrar y lo tomó por sorpresa. El chico lo miró y asintió con una sonrisa nerviosa, ambos salieron de la habitación; caminaron por un largo pasillo en silencio hasta que Hinata decidió hablar. — Kageyama —llamó—. Quiero disculparme.

Los pasos de Tobio se detuvieron al estar frente a una puerta. — ¿Por qué querrías disculparte?

— Lamento que al final tu no seas mi padrino, pero no podía pedirle esto a alguien más —admitió—. Debes ser tú.

Kageyama río al escuchar eso. — Lo sé, yo estuve de acuerdo con ello.

Arregló la corbata del chico pelinaranja y después volvió a hablar. — Es una promesa que le hice a tu padre —sonrió— . Además, tal vez Bokuto-san sea tu padrino pero si hablamos del lado emocional, yo gané.

Hinata rió y asintió, la música se hizo presente en sus oídos.

— Kenma ya está allá. —anunció Tobio—. A todo esto, ¿No sé supone que tú serías él primero en entrar?

— Oh eso... Ya sabes, fue su venganza.

Tobio río despacio, sabía a lo que se refería. Asintió y cuando estuvo a punto de abrir la puerta, Hinata lo jalo del brazo.

— ¡Espera! —susurró desesperado—. No estoy listo.

— ¡¿No estás listo para casarte?!

Hinata negó repetidas veces. — No hablo de eso, idiota.

Los hombros de Tobio se relajaron al escuchar eso.

— Es solo que siento que las personas de afuera están esperando un mínimo error de parte mía para reírse. ¿Y si al final Kenma se da cuenta que soy muy torpe y se arrepiente? ¿Qué pasa si después de eso se va?

El sonrojo en el rostro de Hinata era evidente. Tobio quería golpearlo, pero no lo haría, lo entendía a la perfección, su amigo estaba sufriendo algo común:

Nervios en su boda.

— Hinata, mírame. —ordenó.

El antes mencionado acató la orden y subió la mirada, Tobio lo tomó por los hombros antes de hablar.

— Hoy es un día importante y estoy emocionado, así que me imagino que tú debes de estar peor que yo en estos momentos. No soy bueno con las palabras de aliento, lo siento, pero entiendo que tienes nervios de salir por esa puerta y ver a Kenma en el altar...

» Seamos sinceros, él chico te ama con toda la intensidad del mundo, así que no importa si cruzas esa puerta y tropiezas, no importa si cruzas esa puerta y caes, porque él está enamorado de cada versión de ti y yo te aseguro que cuando abramos esa puerta todo lo demás va a desaparecer, incluyendo los nervios que te invaden y además, yo estaré a tu lado si tropiezas, no te dejaré caer.

Take my breath away.  |KenHina|Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu