Parte Uno.

10.5K 877 486
                                    

Martes, 13 de Febrero. 

¿Alguna vez te has arrepentido de algo a tal punto de querer regresar el tiempo y nunca haberlo hecho? Bueno, eso mismo le estaba pasando a Kenma. El chico se arrepentía de muchas cosas, pero en este preciso momento se arrepentía de haber aceptado la invitación para verse de Kuroo. 

Y no es que Kenma no aprecie la compañía de su mejor amigo, todo estaba transcurriendo muy bien, demasiado bien para decir verdad. Hasta hace unos minutos que el chico pronuncio ciertas palabras que no quería escuchar. 

— Te he organizado una cita a ciegas. 

Kenma no era una persona que se asustara por las citas a ciegas, todo lo contrario, tenía buenas experiencias debido a ellas. Sin embargo, que Kuroo le organizará una solo le recordaba malos momentos.

Pasaron segundos, quizás minutos dónde el ambiente entre ellos fue silencioso.

— No creo poder, estoy muy ocupado por la universidad. —se excusó después de un rato.

Kuroo sonrió al escuchar a su amigo para después hacer una señal indicando que no se preocupara.— Lo se, por eso será este fin de semana y antes de que me digas que irás a visitar a tus padres, hablé con tu madre y estuvo de acuerdo, ella está preocupada.

— ¿Hablaste con mi madre acerca de citas? —preguntó—. Que repugnante.

El mayor de ambos iba a comentar algo, sin embargo, su celular comenzó a sonar. Se disculpó con Kenma y salió del lugar para contestar su llamada.

El chico de puntas teñidas se quedó mirando a un punto fijo de su Pay, no sabía que era más repugnante si el hecho de que Kuroo le hubiera organizado una cita a ciegas o el hecho de que su madre estuviera de acuerdo.

Pensó en varias excusas para rechazar dicha propuesta, pero conocía a su mejor amigo, no se rendiría tan fácilmente mucho menos si tenía la autorización de su madre.

Tomó el último trozo de su Pay, dispuesto a comérselo. Y antes de poder introducirlo en su boca, un empujón ocasionó que cayera al suelo.

—  Demonios. —murmuró.

— ¡Lo siento tanto! —escuchó—. Estúpido Kageyama, no era necesario empujarme para ganar la carrera.

Alzo la mirada y se encontró con un chico de cabello naranja y expresión preocupada. Su excelente memoria lo reconoció, lo había visto en varias ocasiones en fotos que Bokuto publicaba en Instagram, sin embargo, nunca había preguntado su nombre.

— No te preocupes, fue un accidente.

El chico pelinaranja solo le dirigió una mirada apenada y se retiró de ahí. Decidió matar el tiempo con un videojuego, pero eso solo fue por unos minutos, ya que el chico que había chocado con el había regresado y dejado un trozo de Pay frente a él.

— Lamento lo del Pay, tiraste la última porción por mi culpa así que te pedí otro. —explicó.

Kozume guardó silencio y su mirada se centro en el Pay. ¿Era correcto aceptarlo cuándo solo había dejado caer una minúscula porción? Sonrió y tomo una porción y la llevo a la boca.

— Gracias.

Antes de que alguno dijera otra palabra, Tetsurō llegó y tomó asiento a un lado de aquel chico de nombre desconocido. — Lamento eso, era sobre un proyecto, como te decía te he organizado una cita lo único que tienes que hacer es ir y charlar unos minutos con él.

Take my breath away.  |KenHina|Where stories live. Discover now