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Las risas siguieron entre tragos de lo que creo que es Baggio, un poco muy tranquilo ya que es fin de semana, anyways iba a terminar yéndome a mi casa en un rato.

-¿Me pueden llevar a mi casa? ya son las 7:30.

Joaquin me miro y fue el primero en ofrecerse, los otros se van a quedar hablando al pedo o jugando al FIFA como de costumbre.

Seven: Veni, ayudame a buscar las llaves entre todo este despelote.

Empezamos a revolver en la mesa los paquetes, vasos, platos y papeles en búsqueda de las llaves. No encontramos nada asi que me fui a buscar a la cocina.

Duki: Creo que... las encontré.

Siete y yo nos dimos vuelta mientras mirábamos a Mauro haciendo una asquerosidad.

Se metio la mano en el pantalon y por arte de magia aparecieron ahi.

Seven: ¡La concha de tu madre! No me tocás más nada vos, enfermo.

Bhavi y Duki se empezaron a reir y despertaron a Ivo, que estaba durmiendo en el sillon.

Cuándo no.

Khea: Bajen. -dijo en un tono que casi no se le entendio, los otros seguian riéndose y Mauro le avento las llaves a Joa.

Se mordio el labio de abajo en un gesto de desagrado y limpio las llaves con la remera.

-¿Qué les pasa? -dije mientras me reia por esa pequeña maldad que le hicieron.

Seven: No sé, están sarpados de boludos.

Estábamos caminando hacia el auto, ya empezo a hacer un poco de frio y me habia olvidado traer un buzo.

Veo a Joaquin sacándose su buzo negro de Adidas y pasándomelo, asiento con la cabeza y muestro una sonrisa mientras me lo pongo. Tiene una mezcla de olores rara, pero me gusta.

-Gracias, huele rico. -le tuve que poner un tono sarcástico para que se de cuenta que no lo digo en serio.

Seven: ¿Viste? El poderio de Carolina Herrera.

Nos subimos al auto, yo en el asiento del pasajero como siempre. Nos pusimos los cinturones y Joa puso el auto en marcha.

Como que no arranca.

Empezo a hacer ruidos raros el motor y seguia sin funcionar.

Seven: Ah bueno, lo que faltaba.

-Dejá, vamos caminando si querés.

Y sin más vueltas, ACCEDIO.

Seven: Ya fue, no quiero renegar por boludeces como esa.

Nos bajamos del auto y caminamos hacia la derecha pasando por la vereda del vecino, que tenia unos arbustos de mierda llenos de espinas, Joaquin se llevo puesta una ramita y empezo a putear.

no mori!!!!!

Porfa | Seven KayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora