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Después de la plaza, me despedí de los chicos y fui directo a mi casa con mi bicicleta al lado, toqué la puerta del garage y me abrió mi papá, le mostré mi bici.

Le dije que me comí un pozo y me fui a la cuneta, ojalá me crea.

Papá: uh, se te rompió un poquito me parece. *ríe* vamos a tener que sacar esta rueda -dijo mientras apretaba la de adelante que estaba medio rajada- y la otra la vamos a tener que parchar, después de eso te queda joya. -me guiñó el ojo.

-Dale papi, lo vas a hacer mañana? Mientras más antes mejor, el viernes capaz que vayamos a dar vueltas con los chicos por el barrio, como hacíamos antes.

Papá: eh, no sé si tenga tiempo mañana, cuando pueda lo hago sabes Maga? -dijo y me abrazó.

Claro, nunca tiene tiempo para nada, siempre trabajando. Con mamá no pasaban estas cosas.

Mamá se separó de papá hace dos años, tuvieron bastantes peleas ya que mi mamá le fue infiel a papá con un bartender. No sé si es peor que haya sido algo casual ya que se pelearon y ella se fue a emborracharse para "ahogar las penas" y al otro día cayó a casa como si nada. En fin mi familia feliz. Mi mamá vive en un barrio no muy lejos de acá, está del otro lado del río, es un barrio costero bastante lindo, de casitas rústicas, quintas de fin de semana y mucho verde. A veces, voy a visitarla ya que toda mi vida social la tengo acá, y allá estoy siempre encerrada, o salgo por ahí a disfrutar la naturaleza.

Mi papá dejó la bici en el garage, la arreglará después supongo. De todos modos, no tengo nada que reprocharle ya que me cumple los caprichos y este fin de semana me cumple el mayor de todos.

Me fui a dejar mis cosas a mi habitación, 8:34 de la tarde, estaba bastante fresco ya, así que me saqué la ropa del día completamente enchivada ya que hicimos ejercicio en la plaza y transpiré bastante, y la puse para lavar, me envolví con mi bata de lobo y me fui a bañar, me estaba olvidando de la música, así que busqué mi celular.

Ya en el baño, puse música en mi celular, sonaba "Deja Vu", dejé mi celular en un lugar que no se pueda mojar, abrí la canilla esperando que se caliente en agua, me saqué la bata y miré mi cuerpo desnudo.

Admiré mi figura un rato, no tenía un cuerpo homogénico como el que muestran en las revistas pero me gustaba bastante. Miré mis muslos anchos, mis pantorrillas marcadas, mi cintura chiquita y mi pancita, que era ligeramente grande, ésta si no me agradaba mucho pero qué mas da. miré mis brazos finos, y me moví el pelo.

Toqué el agua y ya estaba calentita, me metí abajo de la regadera y cerré la cortina.

Tengo un deja vu, tengo un deja vu.
Ella es dulce como codeína.

(...)

Cerré la canilla y agarré dos toallas del estante, una para el pelo y otra para el cuerpo. Tiré mi cabeza para adelante y me envolví la toalla en el pelo, hice lo mismo con la otra pero en el cuerpo. Me sequé bien y salí del baño, atrás mío me siguió una humarada de vapor, mi pieza estaba helada. Fui al clóset y me puse mi pijama. Estaba bastante cansada y no tenía tanta hambre así que bajé y me lo encontré a papá haciendo unas milanesas, decidí hacerle compañía un rato mientras me senté en el counter de la cocina, al lado de él.

-Pa, tengo una re lija así que vas a tener que apurate *reí*

Papá: ya saqué dos, avisame si querés otra. Traé el pan que dejé arriba de la mesa y cortá dos, a la mitad nada más. -apuntó hacia la mesa así que fui, los busqué e hice lo que me pidió.

Terminó de freír las milanesas y nos hicimos sánguches con un poco de tomate rebanado y lechuga, sin aderezos porque no nos gustan. Puse dos vasos, saqué una coca, puse individuales y nos sentamos. Decidí contarle a papá el problema que tuve con Tamara hoy, quería compartir algo con él un poco más importante, ya que sólo le contaba pelotudeces.

Porfa | Seven KayneWhere stories live. Discover now