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-ay! Pará pelotudo, esta calle está llena de pozos.

Joa venía haciéndose el Toretto por toda la calle, e iba dejando una polvadera de la puta madre.

En los parlantes se escuchaba "smells like teen spirit" de Nirvana. Sí, la puso él a la música. No suelo escuchar ese tipo de canciones muy seguido pero esta ocasión es perfecta.

-dejame a mí Gali, yo si sé manejar. -me sacó la lengua y siguió en lo suyo.

Agarré la manija que estaba arriba de la ventana porque estaba yendo re fuerte, me da miedo este chabón a veces.

-¡Joaquín, andá despacio! La puta madre.

Bue, bajó un cambio por suerte.

Llegamos a la vereda de mi casa y siete soltó un suspiro, seguido de una risa.

El auto de mi mamá no estaba, se había ido con unas amigas a comer y no volvía hasta más tarde.

Nos bajamos del auto y me acomodé la ropa, siete cerró el mismo.

Saqué las llaves de mi mochila y abrí la puerta del patio, luego la de mi casa.

Le hice señas a Joa para que pase y lo hizo, se sacó las zapatillas y las dejó a un costado. Hice lo mismo.

Seven: mierda que hace calor acá, y es grande.

Inspeccionó la casa con la mirada y se fue a echar al sillón, y sí, el living de mamá es muy lindo. Está un escalón abajo y tiene unos ventanales re lindos con vista al patio.

-uh sí, está prendida la chimenea, querés que la apague?

Seven: nah, no apagués nada.

Acto seguido, se sacó la remera. Pendejo de mierda.

Igual me saqué el buzo porque si hacía calor, me quedé en remera.

-qué podemos hacer, tenemos hasta la noche. Dame ideas.

Fui corriendo y me senté en el sillón al lado de él, agarré el control y puse música en el tele mientras siete pensaba qué decir.

Seven: no sé, podemos salir al patio, charlar, qué se yo Magalí, yo rancheo nomás.

Me reí. No sabe hablar normal creo.

-bueno, primero vayamos a mi pieza que te tengo que dar algo.

Me levanté del sillón y corrí hacia mi pieza.

-¿no querés hacer cosas raras, no Magalí? -levantó la voz mientras yo me escondí entre las frazadas. Estaban todas mis cosas así que dudo que me encuentre.

-¡Joaquin! ¡vení!

Solté una pequeña risa y me acomodé al oir sus pasos venir hacia acá.

Venía despacio.

Seven: mirá, no te vas a esconder tan bien porque te voy a encontrar-

Abrió el ropero, nada.

Seven: bue, ya te agarré.

Se agachó para fijarse debajo de la cama, nada.

Seven: te queda un lugar.

Saqué un ojo despacito al sentir que se quedó quieto.

Seven: ay, qué lindo peluche.

Sí, el lobito.

Y entonces me sacó las cosas de encima y me tiró las frazadas.

Seven: ay, una reina.

Se tiró encima mío como para no lastimarme y me agarré a su espalda, empezó a dejarme besos en la cara y en el cuello mientras me reía.

-es para vos.

Seven: ay, ¿por qué no me lo diste?

Quedamos enfrentados.

-y, te fuiste como desquiciado y no nos vimos más, pelotudo.

Seven: qué lindas maneras de llamarme. Cada día te amo más.

Creo que me acaloré un poco.

Dejó un beso en mis labios y se sentó en la cama con el peluche en sus piernas, yo seguía acostada.

Jugaba con las orejas del lobito, mientras lo miraba.

Estaba un poco encorvado y el pelo blanco le caía sobre el rostro. Me senté y me acomodé a su lado.

Seven: bueno, nunca me hubiera imaginado llegar a esto Gali, ni que hubieras causado tanto en mí desde el día de la bici.

Solté una risita y lo miré.

Seven: en serio, pensé que iba a ser una boludez pero mirá ahora, estamos juntos.

-si si hablá vos, es más imposible para mí, sos el inalcanzable. -imité su voz en inalcanzable.

Seven: bueno, suertuda entonces. Ah y perdón por lo de anoche, me enojé demasiado y me vine para acá, necesitaba alejarme de todos.

-eu, no pasa nada. Nisiquiera tenías que disculparte.

Seven: bueno, pero actué mal al irme. Tuve que haberme quedado y hablar con vos.

-¿podés dejar de decir "bueno"?

Fruncí el ceño y lo miré.

Seven: ay, bueno.

Nos quedamos un ratito mirándonos en silencio, hasta que...

-¿y si hacemos mascarillas?

Seven: no sabés aprovechar oportunidades, ¿verdad?

Ya sé tus intenciones, asqueroso.

-sé bien lo que hago, y no soy como vos.

Sentí un calorcito subir a mi rostro, el cual Siete agarra con una de sus manos.

Seven: ¿yo qué?

Me mordí el labio de abajo despacio, el cual siete miró y se dedicó a dejar un beso, el cual obviamente seguí.

Tumbé a Joaquín en la cama y puse mis piernas a ambos lados de su cadera, sentándome encima de él.

Seven: creo que se dió vuelta la tortilla.

Reí y le dí una cachetada suave en la cara con la mano, me dirigí a su boca y lo empecé a besar.

Siete dejó una de sus manos en mi pelo y la otra en mi espalda baja, y entre besos, creo que la ropa empezó a molestarme.

-h-hace calor Joa...

No pensó dos veces y me pasó las manos por la cintura para sacarme la remera, me la subió despacio hasta sacármela, quedando en corpiño.

Seven: yo no voy a decir nada, pero estás re buena. -fue hacia mi cuello y dejó varios besos, entre estos algún que otro chupón.

Puse mi mano en el pantalón de Joaquín, como para ver si me daba permiso, me miró entrecerrando los ojos, me puse en el espacio entre sus piernas y le empecé a bajar el jogging despacio.

-Joa, no quiero quedarme embarazada.

Le cambió la cara.

Seven: me vas a matar, los dejé en el auto.

No, si este roba y toca timbre.

-ah no, el rey de los pelotudos.

Me empecé a reír al verlo a Joaquín correr hacia abajo en boxers, me asomé a la ventana a ver si llegó al auto y sí, ahí estaba.

Ya se me fue un poco la calentura, lo voy a decepcionar otra vez más, ahre.

hola yo no puedo seguir con esa parte sepan perdonar

Porfa | Seven KayneWhere stories live. Discover now