-Es bella, ¿no crees?
Oh, Gaal. Ya estás aquí.
-Vaya que sí-contesto inhalando el rubio tabaco y mirando las luces.
-Aunque no tanto como tú.
-Bueno, si yo fuera un espejo tendrías razón-doy un sorbo a mi bebida para hacer más vívido el momento, entonces siento una mano sobre mi brazo-. Cielos, estás muy frío. Te daría mi chamarra si… si de verdad estuvieras aquí.
-De verdad estoy aquí.
Miro hacia mi izquierda y me encuentro no con Gaal, sino con un chico normal y corriente. Su cabello rubio está peinado de lado y sus ojos verdes destacan de la gente común. Trae una muy fea playera sin mangas.
-Oh, siento, pensé-¿qué pensé?-. Nada. Me llamo Sam.
-Yo me llamo Francisco, pero dime Frank-el nombre tan masculino contrasta con lo amanerado que es-. Así que… ¿soy tan bello como la ciudad de noche?
-Ehmm… sí, eres muy… muy lindo-contesto y sorbo mi mezcal.
-Aw, gracias, tú también lo eres.
-Gracias.
-Y sigo teniendo frío, ¿eh?-me dice como indirecta de que le dé mi chamarra. Yo me hago el loco.
-Sí, el clima está muy válgame.
-Era para que me dieras tu chamarra, bobo-me dice como si fueran lindos sus malos modos. A regañadientes se la doy no sin antes sacar mi cartera y mi celular.
-¿Y qué haces por aquí?-me pregunta Frank.
-Pues lo que todos, embriagarme hasta perder de vista el cielo.
-Ay, bueno yo no vine a ponerme como una cuba, ¿eh? Pero en fin, ¿Qué tomas?
-Mezcal.
-Iug, sabe horrible esa cosa. Deberías aprender de mí y tomar appletini's.
-¿Qué esa cosa?-pregunto sorprendido por lo homosexual que puede llegar a ser una sola persona.
-Es un Martini pero de manzana.
-Ah, ok.
Platicamos durante un largo rato. Sus palabras son aderezadas con grandes ademanes de manos y expresiones en inglés. El noventa y ocho por ciento de la plática se basa en como todos los hombres se desviven por él y como le han roto el corazón más de una vez.
-Sí, Sam, todos los hombres son iguales-dice sacando un paquete de cigarrillos.
-A lo mejor eres tú quien no cambia, ¿me regalas uno? Se terminaron los míos.
-Ay, claro que no. Me han dicho que valgo mil y que nunca debo de cambiar mi forma de ser por alguien más-Me extiende su cajetilla y cuando veo la marca no me queda de otra más que menear la cabeza.
-¿Marlboro Gold?
-Sí, ¿Qué tiene?
-No, nada… no es común que un hombre fume cigarrillos light.
-Ay, a mí me gustan-contesta y comienza a fumar de una manera nada elegante y casi vulgar, sin disfrutar el humo, sacándolo con prisa.
-Una cajetilla dice mucho de un hombre.
-¿Tu que fumas?-me pregunta.
-Marlboto Red.
-Uy, entonces eres mi tipo de hombre-se acerca mucho a mi y posa su mano sobre mi cremallera. Comienza a susurrar:-, macho, fuerte, dominante.
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¿Alfa?, ¿Omega?
RomanceSamuel entra a la Universidad Reis, la más exclusiva de Santa Fe. Tiene la actitud arrogante de aquellos que jamás han necesitado dinero ni trabajado en su vida. No le importa nada y sólo entró a la Universidad para ser libre de la custodia de sus p...
il trillo del diavolo.
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