CAPÍTULO 8.

108 9 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El sol salía en Nunca Jamás, las flores comenzaron a florecer y el perfecto clima cálido y acogedor de aquel país tan misterioso y mágico ya se hacia presente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El sol salía en Nunca Jamás, las flores comenzaron a florecer y el perfecto clima cálido y acogedor de aquel país tan misterioso y mágico ya se hacia presente. Se podía ver la laguna de las sirenas con esa agua cristalina y pura que relucía con el reflejo del sol como si se tratara de miles de diamantes, ya se comenzaba a ver humo de alguna fogata del campamento de los Indios y por ahí se encuentra Peter Pan.

Justo en el centro de Nunca Jamás, en su escondite fuera de la vista de todos, donde solo sus fieles compañeros, aliados y amigos sabían como entrar y salir sin perderse, ya que aquel escondite estaba rodeado por tuneles que conducian a pasillos sin salidas, varias trampas que conducian a la misma muerte o incluso se podian perder para siempre sin que las plegarias de auxilio pudieran ser escuchadas. Y esto había ocurrido barias veces con algunos de los niños perdidos que recien llegaban a la isla y a pesar de las advertensias de Peter de siempre llevar el mapa y un poco de polvillo de hada en uno de sus bolsillos, había algunos que no solían acatar sus ordenes y si bien les iba, simplemente se perdian, pero otros pocos desafortunados morian en el acto y muchas lunas mas tarde eran encontrados sus cadaveres, solo huesos, y en casos muy raros, ropajes llenos de polvo.

Si logran pasar todo aquello, una vista bastante agradable se veía a la vista. Una casa del árbol con numerables pisos y habitaciones que habian sido colocados sin cuidado alguno, pero de alguna manera la casa se sostenía y estaba tan rigida como el mismo árbol en el que se encontraba ésta.

Believe JaneWhere stories live. Discover now