CAPÍTULO 6.

132 9 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La pobre de Jane no habia podido conciliar el sueño en toda la noche, apenas había logrado dormir un par de horas seguidas ya que constantemente se despertaba asustada porque temía no levantarse a tiempo y que su tia se enfadara y la mandara a un ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La pobre de Jane no habia podido conciliar el sueño en toda la noche, apenas había logrado dormir un par de horas seguidas ya que constantemente se despertaba asustada porque temía no levantarse a tiempo y que su tia se enfadara y la mandara a un internado de señoritas como ya le había dicho anteriormente.

Cuando sono el escandaloso reloj de péndulo que había en su habitación ella ya estaba vestida y peinada, lista para ir a la ciudad con la tía Dempsie. Bajo de inmediato una vez que dejo de sonar el reloj, ya se podía ver a esta hora a la servidumbre correr de un lado a otro limpiando y ya se escuchaban los murmullos en las cocina y un olor exquisito salir de esta.

Apenas eran las siete de la mañana y ya había demasiado movimiento, pero su tía no se veía por ningún lado, así que Jane supuso que aún se encontraba arreglando en su habitación, así que salió y espero en la puerta como había dicho, pero se encontraba tan exhausta por no haber podido pegar un ojo como se debía, y casi se pone a llorar al recordar la infinidad de clases que tenía a lo largo del día sin contar que Charlotte le había dejado de tarea el día anterior memorizar un poema en Frances y su tía estaría presente para escuchar su pronunciación, y aunque no la observaba en sus clases todo el tiempo, si solía pasearse por las habitaciones para ver el progreso de Jane, era bastante estricta en ese aspecto ya que apenas comenzaba, y ya esperaba ver resultados.

Jane ya cansada de esperar se sentó en el suelo en las pequeñas escaleras que se encontraban frente a la puerta, y pronto escuchó como comenzaba a lloviznar, la pequeña observó como caían las gotas poco a poco y como se deslizaban por las hojas de los arboles. Ver todo esto casi hizo que se pusiera a llorar.

Believe JaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora