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De regreso a la porquería de escuela, Draken me estaba haciendo un chanwis de jamón con lechuguita, jitomatito, y unas cebollitas pequeñas para que no oliera mucho. (Si no les gusta la cebolla omitanla.)

—¿Quieres jugo o agua? —Preguntó tomando en ambas manos el agua natural y el jugo de mango.

—Refresco. —Sonreí inocente.

—Por chistosa no te llevas nada, un Yakult y ya. —Gruñó, pero igual lo vi poner una cajita de jugo de mango. —¿Hiciste tu tarea?

—¿Ahora eres mi papá? Drakencito, tenemos la misma edad.

—¿La hiciste?

—Si señor.

—Vamonos, tenemos que pasar por Mikey y Emma. —Gruñí cuando dijo el nombre de la rubia. —No vayas a decir babosadas que puedan incomodarla.

—¿Pero ella si puede? La otra vez no dejaba de hablar de la película de Crepúsculo, de que 'Ay es que fue tan romántico' 'Draken deberíamos verla juntitos', puag, es un asco. Yo sólo hablo como normalmente lo hago.

—Solo haz el intento, si no te gusta puedes adelantarte con Mikey.

—Prefiero irme de aquí sola, así que ya me voy. —Bufé tomando mi lonche para guardarlo en mi bolso.

—¿Cuando dejaras de comportarte tan infantil? —Bufó saliendo detrás de mi.

—¿Y tú cuando comprenderás que me desagrada? No puedes obligarme a convivir con ella si no quiero. —Gruñí.

—¿Sabes qué? Tienes razón, lo siento. —Dijo suspirando. —Ya no te obligaré a estar con ella.

—Genial, ahora vámonos que llegamos tarde.

—Yo iré por ellos, tú puedes irte como dijiste. —Murmuró yéndose por la dirección contraria.

Mordí el interior de mi mejilla y suspiré. Es un caso perdido.

Seguí caminando hacia la escuela, en el camino me encontré a los gemelos así que me la pasé con ellos hasta llegamos a la escuela.

—Hola Moe. —Saludó alguien, me asusté y me giré rápidamente, era Kisaki.

—Hola Kisaki. —Saludé. Vaya, había crecido un poco más.

—Wow, aún recuerdas mi nombre, me alegro. —Sonrió. —Estuviste genial en la obra, pero ya no tuve oportunidad de decírtelo porque te fuiste antes y después no te vi en un par de semanas.

—Ah, eso... —Reí. —Tuve un accidente con una pandilla el día de la obra, me apuñalaron en el hombro y pierna. Pero ya estoy mejor.

—¿Te... apuñalaron? —Cuestionó entre dientes. —¿Esos imbéciles se atrevieron a tocarte?

—En realidad fueron tipos de la misma pandilla que mi bro, fue todo un desm... Problema. —Carraspeé, no podía decir majaderías frente a un menor que yo. —La cosa es que iban a asesinar a mi bro, y pues al defenderlo me tocaron también a mí. Pero ya estamos mejor, somos fuertes y pudimos recuperarnos.

—Me alegra que estés mejor, yo... Iré a ver a alguien antes de entrar a clases. —Sonrió y se fue.

Me encogí de hombros y seguí mi camino hacia el salón, cuando estuve ahí me encontré con Chifuyu.

—¡Holiwiss! —Exclamó él llegando a sentarse conmigo. —Pasó mucho desde que no estuviste, expulsaron a dos chicas por hacerle burling a una chica de primero. Cacharon a un profe espiando los baños de las chicas y lo despidieron, luego un tipo de tercero encontró un condón en la comida y por eso ahora no hay cafetería, por cierto, ¿Trajiste comida?

—Si, pero no te voy a dar si eso piensas.

—Andale Moe, por los buenos tiempos... ¿Te acuerdas cuando Draken se molestaba contigo y no traías comida? ¿Quién era el que te daba de sus chilaquiles para que comieras?

—Nah, nah, nah, esa vez fue porque tus chilaquiles estaban muy picosos y no te gustaron.

—Pero igual te los di para que comieras. Ándale, no seas coda y dame lo que hayas traído.

—No, y ya cállate porque ya viene el profe.

En la hora de la comida, le tuve que dar mi sandwich al baboso de Chifuyu, pero se chingó porque no le gustó la cebolla y me lo regresó.

—¿Tú eres Moe? —Un grupito de chicas se nos acercaron. Puse mala cara y las miré. —Claro que eres tú, eres la única machorra de la escuela.

—Chifu, como que un mosquito anda molestando. —Dije con desagrado, tomando dos libros y los estampe a cada lado de la cabeza de la chica. —Listo, el mosquito está muerto. No sé quiénes se crean, escorias, pero si se meten conmigo no voy a dudar en darles en su madre.

—¡Maldita marimacha! —Exclamó una enana jalando mi cabello.

—Aunque seguro ya se ha cogido a todos los de la Toman. —Se burló otra dándome un puñetazo.

—¡Oigan, oigan! ¿Con quién creen que se están metiendo? —Chifuyu separó a las chicas de mi.

—¿Y éste que? ¿Es tu noviecito? —La pelinegra se rió. —Moe, me das asco.

—Chifu, dame chance. —Murmuré.

—No, quédate ahí.

—Ouh, ¿Y le haces caso? Eres como un perro con su amo.

—¿Todo bien señoritas? —Los gemelos, Draken y Mikey estaban detrás de ellas. —¿Tienen algún problema con mi hermana?

—¿Para qué negarlo? Es una machorra.

—¿No sabes decir otra cosa que no sea machorra? ¿O es que tu maldito cerebro no puede con más insultos? —Bramé.

—Les voy a pedir de la manera más amable que se larguen de aquí. —Dijo Smiley con su típica sonrisa, pero una vena marcándose de lo molesto que estaba.

—O nos veremos en la molestia de dejar salir a la bestia. —Dijo Angry poniéndose frente a mi.

Los chicos hicieron una especie de círculo conmigo dentro.

—Será una machorra si lo quieres ver así, pero es muy fuerte y podría noquearte de un solo golpe. —Le dijo Mikey riendo. —Esa es la ventaja de que se junte con hombres, se sabe defender.

—Ya quiero ver eso. —Se mofó la pelinegra.

Chifuyu simuló abrir la puerta, y tras yo salir de la jaula, sonreí.

—¿Últimas palabras, linda? —Pregunté simulando inocencia.

—Mach...-

Sin darle tiempo le di un puñetazo en la cara, ella cayó al suelo inconsciente.

—Ultima vez que me llaman machorra, fresitas. —Dije yendome con los chicos detrás de mi.

—¿Qué le sucede a las mujeres? —Cuestionó Chifuyu. —Con razón Moe no se junta con ellas.

—Y aún así cierta persona quiere que me junté con su morrita. —Dije. —Al menos no les funcionó intentar molestarme.

—Vamos a saltarnos las clases, y vayamos a comer alitas. —Propuso Mikey.

NEXT LEVEL [Tokyo Revengers]Where stories live. Discover now