Capítulo 19

260 45 3
                                    

—A mi si me gustaría ir, pero no sé como vayan a reaccionar mis padres —lo último lo dije triste.

—Esta noche te ire a traer, mientras tus padres estén durmiendo —me volteo a ver.

—Estás loco!! —lo miré exaltada —quieres que mi padre nos mate? —le pregunté.

—Estoy loco por ti mi amor —me sonrió —si solo va a ser un día, ya en la noche estaremos aquí de vuelta —me dijo tranquilo.

—No quiero que me separen de ti Juan de Dios —admití triste.

—Nadie nos va a separar —se levantó —si lo llegan a hacer, vamos a luchar para que tu y yo estemos juntos de nuevo —me dio un tierno beso.

—Entonces, me iras a traer? —le pregunté.

—Si Kim —me sonrió —ya voy a salir del trabajo, solo deja reviso las otras hojas —se volvió a sentar.

—Ok —yo me regresé al sofá.

Me le quede viendo, todas las facciones, él realmente me gusta, sentía que mis ojos se iban cerrando lentamente, hasta que ya no recuerdo nada.

*Narra Juan*

Al fin terminé de revisar todos los papeles, lo bueno es que dejé todo en orden, guardé todos los papeles en un sobre junto con las imágenes. Sentía que todo estaba en silencio, volteo a ver a Kimberly, estaba dormida.

—Hasta para dormir te ves tan tierna —sonreí viéndola, me le acerque con cuidado.

La quede viendo, sus pestañas, cejas, su nariz, sus labios, para mi, ella es demasiado perfecta, linda. No me pude aguantar, así que la empecé a besar con cuidado.

—Ya terminaste? —me preguntó pero estaba con los ojos cerrados.

—Si bella durmiente —la ayudé a levantarse.

—Vamos —ella paso su brazo por mi cintura y yo por sus hombros, yo soy más alto que ella.

Salimos de mi oficina, cerrando con llave la puerta, mientras íbamos caminando, algunos empleados nos volteaban a ver, pero ninguno de los dos le pusimos atención a eso. Llegamos al estacionamiento, nos montamos en mi auto y nos fuimos.

—Cómo a qué hora me iras a traer? —ella me preguntó.

—Como a las 11 —no despegue mi mirada del camino.

—Tengo un mal presentimiento —noté que estaba tensa y nerviosa.

—Tranquila, mientras estés conmigo —entrelace nuestras manos —nada te va a pasar.

Ninguno de los dos dijo otra cosa, una cuadra antes Kimberly se bajó de mi auto, yo me la quede viendo hasta que entró a su casa, yo me fui a la mía. No le dije a ella, pero, el viaje no será de negocios, sino que yo quiero pasar aunque sea un día entero con ella.

Aparque el auto, me bajé y entre a mi casa, arreglé una pequeña maleta con lo necesario, me fui a dormir un rato.

(.....)

Me desperté faltando cinco minutos para las diez, me metí a bañar, luego me sequé y me cambié, bajé con la maleta a la cocina, comí un poco, también en una bolsa metí, refrescos, churros y galletas, por si nos da hambre en el camino.

Salí de mi casa con las cosas, cerré con llave las puertas y me fui a mi auto. Metí todo en la cajuela, me subí y me fui a la casa de Kimberly.

Cuando llegué, deje mi auto una cuadra antes, me bajé y me fui a la parte de atrás de la casa, conocía muy bien en donde estaba la habitación de Kimberly, así que con pequeñas piedras lanzaba la ventana.

—Ya voy —ella susurro y abrió la ventana del segundo piso.

—Te ayudo —susurre agarrando su maleta y luego le ayude a bajar.

—Estamos locos sabes —nos fuimos de ahí, sin dejar alguna evidencia.

—Por lo visto —sonreí burlón —a qué hora le vas a escribir a tus padres? —le pregunté guardando su maleta en la cajuela y saqué la bolsa con las chucherias.

—Ellos se despiertan a las seis, así que a las cinco y media les voy a escribir —nos subimos a mi auto y nos fuimos.

—Me parece bien —con cuidado pasamos por enfrente de su casa.

En el camino íbamos cantando, ella a veces me leía uno de sus libros que llevaba, comimos de las galletas.

—No me has dicho a donde vamos —ella le bajó a la música y se metió una galleta a su boca.

—Cuando lleguemos sabrás amor —mire de reojo la hora, eran las doce y media de la madrugada.

—Te ves cansado, quieres que maneje? —me preguntó.

—No te preocupes, tu descansa si quieres —en media hora y llegábamos.

—Cualquier cosa me despiertas —me besó la mejilla, acostó el respaldar del asiento y al instante se quedó dormida.

(....)

Ya habíamos llegado al hotel, aparque el auto, voltee a ver a Kimberly, y con cuidado la desperté.

—Amor, ya llegamos —hacia leves masajes en su brazo.

—Qué hora es? —me preguntó mientras se sentaba y me miraba medio adormilada.

—Es la 1 de la madrugada amor —me bajé del auto, lo rodee y abrí la puerta donde iba Kimberly.

—Ya decía yo que todo se miraba oscuro —me sonrió.

—Espera aquí, iré a bajar las maletas —hice lo que le dije y entramos al hotel.

—Buenos días señor Pantoja —me dijo la recepcionista —aquí está la llave de la Suite presidencial —me la entrego.

—Muchas gracias —le sonreí y me fui con Kim al ascensor.

(.....)

Un Amor Desde La Infancia [COMPLETA]Where stories live. Discover now