Un Amor Desde La Infancia [COMPLETA]

Capítulo 12

*Días Después*

Me desperté por que mi celular no paraba de sonar, lo busque por toda mi habitación, hasta que lo encontré debajo de mi almohada. Eran mensajes de Francisco y Katia.

"Kim, despierta, tienes que ir por Juan y llevarlo al lugar que acordamos. Despiertaaaa Kimberlyyyyyyy. Tienes 40 minutos, contando desde ahorita.

Att: Katia"

"Hola Kimberly buenos días, ve por Juan y llévalo al lugar, los estaremos esperando. Si ocupas ayuda me llamas.

Att: Francisco"

—Aunque sea él me dice buenos días —me dije para mi misma.

Antes de meterme a bañar elegí mi ropa, y agarré nuevamente mi celular y le escribí a Juan.

"Te espero en la heladería que queda en el parque, en quince minutos. No llegues tarde >:).

Att: Kimberly"

Dejé mi celular en mi cama y me metí a bañar, luego que terminé salí del baño con una toalla enrollada a mi cuerpo, me fije que si tenía una modificaciones de Juan, pero no fue así.

—Kimberly, baja a desayunar —escuche que me gritaron desde la cocina.

—Voy —grité en forma de respuesta.

Me cambié lo más rápido que pude, luego peine mi cabello, agarré mi celular y bajé a la cocina.

—Buenos días —salude al entrar.

—Ten —mi hermano me entregó la comida.

—Nos vemos en la tarde familia —mi padre nos dio un beso en la frente a cada uno, y a mi madre le dio un beso en sus labios.

—Hoy es el cumpleaños de Juan —mire a mi madre, y ella estaba esperando a que siguiera hablando —sera en la casa del super trucha y creo que va a terminar hasta las seis —estaba esperando una respuesta positiva.

—Esta bien hija, puedes ir, pero quien te va a venir a dejar, por que a esa hora ya es de noche —me miro preocupada.

—Con Stefanny la podemos ir a recoger —mi hermano habló.

—Claro que si, no hay problema —mi hermana me sonrió.

—Yo les llamo —sonreí y me levanté —ya me tengo que ir —le di un beso en la mejilla a mi madre y salí de la casa.

Corrí lo más rápido que pude a la heladería, solo esperaba a que Juan ya estuviera allí. Y vaya que si estaba en él lugar acordado.

—Juan —me le acerque tratando de tranquilizar mi respiración.

—Creí que me habías dejado plantado —me miro serio, pero al segundo sonrió.

—Disculpa —ya estaba tranquila —es que estaba hablando con mis padres y mis hermanos —le sonreí —vamos a que te hagas el tatuaje? —le pregunté.

—Vamos —nos fuimos a su auto.

—Y ya sabes que te vas a hacer? —le pregunte para que el silencio no apareciera.

—Si, me haré las primeras dos iniciales de mis primeros dos nombres en mi mano —me dijo sin apartar la vista del camino.

—Pero no crees que te vayan a decir algo en el colegio? —no comprendía mucho lo que me acaba de decir.

—Para eso existe el maquillaje querida —llegamos al lugar y entramos.

—Juan, mi hermano —un chico se le acercó a él.

—Todo bien? —se sonrieron.

—Si, y ella es tu novia? —le preguntó viéndome, y yo no pude evitar sonrojarme.

—Claro —Juan paso su brazo por mis hombros —verdad que es hermosa? —me sonroje aún más.

—Si hermano —sonrió —mi esposa estaría encantada de ser tu amiga —nos fuimos a una sala, donde él le haría el tatuaje a Juan.

Luego de que le hicieran el tatuaje a Juan, salimos de ese local y nos fuimos al auto.

—Por que le dijiste que somos novios? —le pregunte mientras me colocaba el cinturón.

—Nos vemos lindos juntos —él imitó mi acción y encendió el auto.

—Ok —no le quería dar muchas vueltas al asunto —podemos pasara por la casa del super trucha? —le volví a preguntar.

—Por qué? —me preguntó sin quitar su mirada del camino.

—Es que dejé unas cosas en su casa —actué normal, en parte, no sabía que inventarle.

—Por que dejarías cosas en su casa? —se puso serio.

—Solo vamos y ya —no quería arruinar la sorpresa, pero a veces me dan ganas de darle un golpe.

Él no me respondió e hizo lo que le dije. Solo iba esperando que al llegar no vaya a pelear con Ricardo. Estacionó el auto y nos bajamos.

—Aún no entiendo por que dejaste tus cosas en casa de él —nos acercamos a la puerta.

—No te enojes —abrí la puerta con la llave que me había dado Ricardo.

—Aparte... tienes llave —rodó los ojos.

—No te enojes —entramos y todo estaba apagado.

—Que raro —Juan estaba algo confundido.

—¡¡¡SORPRESA!! —gritaron todos al mismo tiempo que encendieron las luces.

Juan estaba muy sorprendido, cada uno se le acerco para felicitarlo. Yo fui por el pastel y regresé a la sala.

—Feliz cumpleaños —le sonreí.

—Gracias —me sonrió y apagó las velas.

—A bailar —dijo Francisco y la música empezó a sonar.

—Feliz cumpleaños hermano —Cesar se le acercó.

—Gracias hermano —hicieron un pequeño saludo.

—Te gusto la sorpresa? —le pregunte a Juan, cuando Cesar nos dejó solos.

—Si, pero lo peor fue que me creí lo que me dijiste en el auto —tomó un poco de fresco.

—Es que no sabía de que otra manera te iba a traer —le entregué un plato con un pedazo de pastel.

—Hubieras inventado otra cosa —acepto lo que le pase.

—Aparte... no se por que te enojaste, si él es tu mejor amigo —lo mire sin entender.

—Es que no especificas bien mujer —empezó a comer el pastel.

—Y tu eres bien celoso —le di un leve golpe en su hombro.

—Vamos a bailar chicos —Katia agarró nuestras manos, dejamos lo que teníamos en una mesa y nos fuimos a la pista de baile.

(....)