FREYA #3 © (COMPLETA)

Capitulo final.

Me levanté del sofá y fui hacia una de las habitaciones de la casa en la cual se había quedado Blair.

Al ingresar, la vi a Blair sentada en el suelo. Y a Elena junto a ella. Al verme, se levantó y me hizo un gesto para que saliéramos de la habitación un momento.

-¿Está todo bien?-le pregunté.

-Blair dibujó algo. Más bien a alguien.

Me aclaré la garganta al recordar el último dibujo que hizo.

-¿A quién dibujó?

-No estoy segura. Mira, ven.-regresamos a la habitación de nuevo para que me mostrara el dibujo.-¿Te recuerda a alguien?

Hice una mueca.-No a nadie.-respondí aun mirando el dibujo. Era de una mujer con rizos, rubia.-¿Crees que...?-inmediatamente dejé de hablar al ver detrás del vidrio de la ventana, una mariposa revolotear.-Mierda. Creo que algo va a suceder.

Poco después, nos fuimos las tres a la sala principal porque por alguna extraña razón, sentía la necesidad de que estemos cerca.

De pronto, mientras veíamos una película en la televisión, el timbre sonó.

-Iré yo.-anunció Elena mientras se levantaba.

-¿Tienes hambre?-le pregunté a Blair.

Asintió varias veces.-Mucho.

Sonreí.-Yo también.

Miré hacia Elena cuando la escuché llamarme.-Maddie.

Me acerqué pensando qué tal vez, habíamos calculado mal el precio de la pizza.

Al llegar a su lado, me sorprendí al no ver ningún repartidor.

Allí había una chica, posiblemente de mi edad. Mi mirada fue unos segundos hacia su panza. La chica estaba embarazada.

-¿Buscas a alguien?-le pregunté mientras levantaba la mirada. No pude evitar sorprenderme cuando se quitó la capucha dejando al descubierto su cabello rubio, rizado. Tal como el dibujo de Blair.

-¿Eres Madison, cierto?

Lentamente asentí.-Si...¿nos conocemos?

-No me conoces, pero yo si. Necesitamos hablar.

Dudé un momento si dejarla pasar porque aunque se trataba de una desconocía, tenía la sensación de que tenía buenas intenciones. Además, estaba igual que yo, con la panza a punto de explotar. Mucho esfuerzo no podía hacer así que la idea de que intentara hacernos daño, estaba un ochenta por cierto descartada.

Posterior a que ingresara y que tomara asiento, la miré atentamente.

-¿De qué quieres hablar conmigo?-Se quedó un momento en silencio lo cual provocó que mis palabras salieras disparadas.-Ahora es cuando me dices que esperas un bebé de mí novio.

-Futuro esposo.-acotó Elena.

La chica abrió mucho los ojos ante mis palabras.-Oh, ¡No, no! No es de Hunter.