Reencarne en... ¿¡Un PC Gamer!?

Capítulo 12: una tarea

En el piso 5 de la mazmorra...

—¡Bam!—

Se encuentra nuestro muy querido protagonista, con una armadura de cuero, un bastón con una gema en el y una expresión bastante tensa. Detrás de él, se encuentra una Slime negro que lo sigue con mucha insistencia, este último se para en su lugar y misteriosas partículas negras aparecen en el suelo a su alrededor, nuestro protagonista las reconoce pero ya es demasiado tarde, las partículas se prenden en llamas verdes las cuales lastiman de gravedad su pierna.

—Mierda, mierda, mierda— aún con la opción para reducir el dolor activada, siente en gran medida los efectos de ese ataque.

Sin perder el tiempo saca una poción azul de su inventario y se la lleva a la boca, su pierna se sana a gran velocidad mientras el avanza con rapides por el pasillo, todavía siendo seguido por el Slime.

Llega a una puerta, la abre y la cierra detrás de él, pero esto no dura mucho ya que al segundo siguiente el Slime la derriba con mucha fuerza. El prota no pierde tiempo y lo golpea con su bastón en la parte de arriba.

El golpe surte efecto y el Slime parece más enojado, nuestro prota sigue corriendo por el lugar, pasando las puertas y usándolas para hacerle daño al Slime, es una técnica simple pero inquebrantable contra cualquier enemigo. A los 10 minutos de haber comenzado, golpea al Slime después de emboscarlo en una puerta y este último se comienza a derretir, dejando únicamente una llave con forma de calavera y tres grumos negro extraños.

—Uff, eso fue duro— Aún siendo su intento número 60, a duras penas puede igualar la destreza se Mork, eso sin mencionar a ese hombre, el llamado capitán.

Después de haber visto a Mork seguir adelante después de tantas muertes se vio bastante irritado, el fue un gamer profesional, ¿Y un novato puede hacerlo mejor que el? No pudo soportarlo y se lanzó directo al juego como mago.

Sus reflejos y puntería mejoraron con el tiempo y puede decir con seguridad que puede llevar al jefe del décimo piso a su segunda etapa, pero nada más allá de eso, nunca ha logrado derrotarlo.

La diferencia entre alguien que nació en un mundo de espadas y magia, y alguien que nació en el Pacífico mundo moderno es muy clara en estas situaciones.

Justo cuando está a punto de tomar los objetos del suelo, la voz del sistema suena en su cabeza.

[Se ha iniciado el protocolo "nuevo hogar", se solicita la asistencia del administrador]

Sin darle tiempo a recojer los objetos, sus alrededores cambian mostrando el limbo virtual al que se ha acostumbrado tanto los últimos días.

—¿Eh? ¿¡Eh!? ¿¡Que te pasa!?— Enojado, nuestro protagonista patalea en el aire, pero no tiene ningún caso.

[Su cuerpo ha sido transportado a una zona especial, así que es necesario que se instale correctamente para brindar un espacio seguro tanto a usted cómo a los jugadores]

—¿... Zona especial?— Intentando ignorar su enojo, el protagonista pregunta al sistema.

[Una zona especial es una lugar en el que se puede establecer permanentemente]

Una holograma aparece frente a él mostrando un mapa detallado del almacén en el cual Mork y el capitán lo dejaron, ambos se fueron para preparar distintas cosas y lo dejaron solo, por supuesto, cerrando la puerta y escondinedolo en un compartimento debajo de lo que alguna vez fue una alfombra.

—Este lugar es terrible...— Dice sin reservas. —¿Enserio nos tenemos que quedar aquí?—

[Este es un buen lugar, además, después de instalarse será capaz de repararlo, editarlo y mejorarlo a placer, gastando energía por supuesto]