Los Secretos De La Familia Fox- EDITANDO

CAPITULO XX ■ "Fantasmas"

Volteé y seguí mi caminó, pero me detuve apenas escuché un quejido acompañado del ruido seco de alguien cayendo con violencia al suelo y luego la voz de Claire hablando.

- Me golpeaste- El idiota novio de Lissy se acababa de poner en pie y se agarraba la nariz de la cuál no dejaba de brotar un líquido carmesí.

Mi hermana se encontraba con la chaqueta en sus manos y la habitual expresión fría en su rostro, que acompaña con el intenso color verde en sus ojos resultaba una aterradora copia femenina de Cristián.

- Tú te atravesarte en mi camino- Levantó la campera- Tenía calor.

Su patética excusa fue aceptada por el chico o simplemente se preocupó más por no manchar el piso con sangre.

Claire siguió su camino y se sentó a mi par. Miré de reojo hacia donde se encontraba Lissy. Estaba parada de perfil con la mirada al frente y una línea recta estaba dibujada en sus labios, no me costó mucho tiempo darme cuenta de que ella casi siempre sonreía con falsedad. Su sonrisa no dependía de su estado de ánimo, dependía de su sentimiento constante por querer complacer a los demás. La única vez que la había visto sonreír con sinceridad fue cuando quemamos las cartas de su padre, al principio lloró, pero luego sonrió y fue la sonrisa más hermosa que había visto. Recuerdo como su sonrisa transmitía la tranquilidad que vino después de las lágrimas y como sus ojos brillaban bajo el reflejo de las llamas.

Negué con la cabeza alejando de mi mente aquello pensamiento y centrando mi atención en el frente.

《Que piense en su sonrisa el idiota de su novio》.

Aunque era consciente de su desequilibrio mental, aún estaba asimilando que una parte de mi sentía algo de atracción por aquella muchacha, ella tenía novio y no parecía que iba a dejarlo pronto. Para Cristián a pesar de ser su hijo biológico, (no es una gran sorpresa), siempre estaré en segundo lugar; el primero siempre será de Jordán, ni la muerte le quitará el puesto de favorito. Durante toda mi vida tuve que aceptar ser el segundo y posiblemente el resto de mi vida también tenga que ocupar ese lugar, no voy a permitir que una chica también me pusiera allí.

Si no tenía el primer puesto, no aceptaría otro.

[...]

Envolví reiteradas veces la venda alrededor de mi muñeca antes de golpear el saco con tanta fuerza que la bolsa casi cayó al suelo. El sudor corría por mis músculos mientras seguía golpeando el saco de boxeo. A pesar de que las vendas debían amortiguar los golpes podía sentir el dolor esparcirse por mis nudillos. Amaba todos los deportes y siempre me había destacado en ellos como el mejor, tenía cientos de trofeos que lo comprobaban, pero el boxeo era mi segundo deporte favorito luego de la natación.

Me detuve porque si seguía con este ritmo me terminaría lastimado las manos y no era un idiota masoquista. Aparté ya había aprendido mi lección cuándo Cristián puso pegamento en mis guantes porque había entrenado sin ninguna protección logrando que me lastimara los nudillos. Tuve que usar los guantes por una semana y me obligó a asistir a la escuela con ellos.

" Para que no olvides usarlos la próxima vez ".

Me saqué las vendas y las dejé tiradas a un costado de mi bolso. El gimnasio de la escuela se encontraba completamente sólo así que aprovecharé para tomar una larga ducha. Mientras me bajaba del ring escuché unos pasos. Mi vista siguió el ruido y se encontró a Lissy caminando hacía mí con la misma línea en sus labios que tenía en clases.

Ignore su presencia y colocándome el bolso en el hombro me marché a las duchas antes de que llegara hasta mí. Podía escuchar sus pasos a mi espalda y como repetía mi nombre repetidas veces, pero preferí ignorarla. Tambien ignore el latente sentiemiento de no querer alejarme de ella.