Capítulo 8

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•C a p í t u l o  8•

Dibujando Sueños

Allen

Sol y arena.

Definitivamente la playa es uno de los mejores lugares del mundo.

El cielo tenía un azul muy claro. Las olas del mar eran suaves pero constantes.

Admiré la vista que tenía enfrente, el océano se veía hermoso e  impresionantemente azul.

Caminé un poco, hasta que mis pies tocaron el agua tibia del mar. Con mi pie derecho empecé a hacer círculos en la arena húmeda.

Mis movimientos cesaron cuando una risa llamó mi atención.

Miré para todos lados buscando al causante. Y ahí, justo a unos centímetros de mi estaba la persona, aún riéndose.

Era una chica, podía asegurarlo. Su traje de baño azul eléctrico lucía hermoso en su cuerpo. Su piel se veía un poco bronceada.

Pero no fue eso lo que me llamó la atención. La chica cada vez se acercaba más a mi.

Poco a poco pude lograr ver su rostro con más claridad.

Rostro que reconocí inmediatamente. Cabello corto, ondulado y castaño. Pecas. Y hermosos ojos color miel.

¿Qué hacía ella aquí?

—¡Allen! —gritó alegremente y empezó a correr en mi dirección.

—¿Z- Zoe? —ella ya estaba lo suficientemente cerca de mí.

—Toma mi mano. —extendió su mano hacia mi. —Ven conmigo.

Le hice caso y tome su mano. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos los dos metidos en el agua.

Se sentía tibia, se sentía bien.

Zoe empezó a jugar con el agua. Me la tiraba en la cara y se reía... Mucho. Ella se veía extrañamente contenta.

De repente su juego paró.

Ella empezó a acercarse a mí, más de lo normal. Puso su dos manos en mi nuca. No nos dejamos de mirar en ningún momento.

Al cabo de unos segundos, puse mis manos en su cintura, ella sonrió ante mi tacto. Dió un pequeño salto y enrollo sus piernas en mis caderas.

Sus pecas y ojos eran muy notables. Mi corazón se aceleró al darme cuenta de lo linda que se veía bajo la luz del sol.

—Eres muy guapo. —me dijo. Dió un beso en mi mejilla. Mi corazón se acelero aún más. —¿Lo sabías?

No dije nada.

Su nariz hizo contacto con la mía. 

Con sus manos empezó a tocar mi cabello, su toque era suave y tranquilizador.

—Cierra los ojos. —me pidió.

El Color De Sus Ojos ©Where stories live. Discover now