Capítulo 1

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•C a p í t u l o  1•

Ojos Color Miel

Allen

Lunes 27 de septiembre.

Vancouver, Canadá.

6:15 am.

Mi vida se podría definir en una sola palabra: Normal.

A veces me gustaría cambiar el ritmo de las cosas y darle un poco de diversión a mi vida. Pero estoy bien con eso.

Vivo con mi padre, el cual, —desde que tengo memoria— Ha tratado de darme lo mejor de él y verme feliz. Es un padre maravilloso. En realidad maravilloso es muy poco para describir a un hombre como él.

No lo niego, si peleamos, pero por cosas muy tontas, como; cuando se acaba la leche y hay que salir a comprar una nueva. Oh, ese si que era el mayor de nuestros dilemas.

Desde que murió mi madre, él a tratado de darme lo mejor. El tema de mi madre, no es algo que me afecte tanto, pues, yo estaba muy pequeño cuando su accidente sucedió.

Ambos vivimos juntos en un apartamento un tanto lujoso en Vancouver.

Termino de cepillar mis dientes. Me miro en el espejo del pequeño cuarto de baño que se encontraba en mi habitación. Mi cabello negro ligeramente mojado por la ducha de hace unos minutos, mis ojos verde agua, aún hinchados. Sonreí para mi mismo a través del reflejo. Tal vez soy un poco narcisista, pero nada de que preocuparse.

Acomodo por última vez la ropa que llevo puesta y listo! salgo por fin de mi habitación para dirigirme a mi próximo lugar de hoy: el instituto. 

[✦✦✦]

Camino por los pasillos del instituto buscando mi casillero, cuando al fin lo encuentro me posiciono delante de este, dispuesto a abrirlo. Me mentalizo de que dentro de unos minutos tendré una de las peores clases <<Francés>> bufo de tan solo recordarlo.

En la secundaria habían un tipo de clases extras, como esa, digamos que, el instituto tiene un rango alto. Por lo tanto, existen este tipo de asignaturas, para "Aumentar el coeficiente intelectual de los estudiantes". Pero, seamos sinceros, en mi solo aumenta las ganas de salir corriendo.

Abró el casillero con ayuda de la contraseña y saco la libreta de mis pesadillas. Le doy una ojeada rápida a las páginas. En blanco, la mayoría de las hojas están en blanco, otras con algunos intentos de "oraciones" en francés. Bueno, eso parece a simple vista. Si una persona que si habla francés lo lee, probablemente diría que soy una vergüenza.

Y ni hablar de mi pronunciación, definitivamente soy una vergüenza, para Francia entera.

Ya habían pasado las dos primeras clases, así que, me encuentro en la cafetería. Estoy haciendo la fila dispuesto a comprar un jugo de naranja.

Mientras espero mi turno, pienso: Mi vida es jodidamente aburrida ¿Por qué no puedo vivir en las películas de Harry Potter? Oh si, eso sería mucho más interesante que esto.

Pago lo debido por el jugo. Bebo un poco de este mientras inspecciono el lugar. Mis ojos se detienen al ver a un chico sentado en una de las mesas de la cafetería, completamente solo.

Hago una mueca.

Tal vez podría hablarle. Okey, el día estaba yendo demasiado aburrido para mi gusto... ¿Qué podía perder? con todos los ánimos de socializar me acerque a su mesa.

—Hola! —saludé con entusiasmo, sentandome justo enfrente de él. Cabe aclarar que tenía una capucha que le cubria la mayor parte del rostro. Me miró. Parecía como si estuviera examinandome.

—¿Qué quieres? —bufó, fruncí el ceño ¿Era una chica? <<Claro que si, idiota>> me regañe mentalmente por ese pensamiento tan estúpido. Desde la distancia no parecía una chica. Pero su voz decía lo contrario.

—¿Eres una chica?

—¿Solo eso puedes observar? —sonrió sin ningún tipo de diversión y suspiró—¿Que quieres?

—¿Te incomodé?

—Si, pero no te preocupes, todos lo hacen.

Esta vez su voz era muy fría y cortante. Se quito la capuca, dejándome ver su rostro, tenía unas cuantas pecas en los pómulos, su cabello era corto y de un color castaño claro, ondulado por naturaleza. Sus ojos, de un color bastante parecido al de la miel.

—¿Hacer el qué? —pregunté como imbécil.

—Incomodarme.

Salí de mi estado de shock al verla y le respondí:

—Si... yo... lo siento, no quería incomodarte.

—Mm ¿Que querías?

—Ser tu amigo.

—¿Qué te hace pensar que quiero ser tu amiga?

—Pues, no lo sé, te vi sola y supuse que no tenias amigos.

—Me gusta estar sola.

—¿Por qué? la soledad es aburrida.—Murmuré con total obviedad. Ella sonrió.

—Estar solo es un privilegio que solo pocos pueden valorar.

Después de decir eso se levantó, tomo su mochila y se fue. Dejandome solo en la mesa.

No sé que me tenia más sorprendido. Si el hecho de que había despertado cierto interés en mi en menos de cinco minutos, o, que ella era francamente linda.

Nota de la autora: Hola <3, bueno aquí esta el primer capitulo :D

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Nota de la autora: Hola <3, bueno aquí esta el primer capitulo :D

Arriba les deje una foto de Vancouver, es una ciudad muy linda, lo sé ;)

Este capitulo es narrado por Allen, en realidad la mayoría del libro lo va a narrar él.

Voten y comenten si les esta gustando <3

El Color De Sus Ojos ©Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum