El Pilar De La Espada

Los Restos del Final

-Rei-san...está...muerto-. Pronunció con lágrimas en los ojos la joven mariposa.

-¡MIERDA!-. Giyuu golpeó el suelo de ma frustración al ver a su amigo muerto, otra vez el era el protegido por alguien muy preciado para él.

Lágrimas por la única pérdida en la batalla final era incontables a comparación con la única baja, Tamayo y Yushirou que se escondieron en las sombras tenían pequeñas lagrimas cayendo por sus ojos, a pesar de no haberlo conocido tanto tiempo. Yushirou lo había considerado como un "amigo"...aunque no lo aceptaría, estaba muy agradecido por salvarle la vida a su señora. Tamayo por otro lado, le estaba muy agradecida por salvarle la vida en aquella ocasión y acabar por fin con el demonio causante de infinidades de muertes.

-¡BWAAH REISHIRO-KUN!¡NO TUVISTE QUE MORIR!¡ERAS EL MÁS FUERTE DE TODOS...-. Mitsuri lloraba desconsoladamente en los brazos de Iguro, que igualmente de lamentaba en silencio con lágrimas pasajeras la muerte de su luna vez mejor amigo o tal vez familia para él.

-Maldito...moriste de una manera tan extravagante, que ni siquiera soltarte tu katana...Reishiro...-. A primera vista no se apreciaba, pero Tengen estaba frustrado por ser tan débil y no haber podido hacer nada por su compañero parado tan extravagante como él lo dice.

Sanemi que se paró del suelo con una expresión de ira acompañado de lágrimas se acercó al cuerpo de su amigo.
-¡OYE TÚ!, ¡SI NO ABRES LOS MALDITOS OJOS EN ESTOS MOMENTOS TE DARÉ UNA PALIZA!-. Le gritó Shinasugawa cara a cara a Yanakai, sin embargo. Kanae junto con Genya lo arrastraron hacia atrás de ambos brazos, el Pilar del Viento forcejaba pero era inútil.

-¡Nii-chan detente, Yanakai-san está muerto!-. Le exigió su hermano.

-Shinasugawa-san...déjalo ir...se que era tu más grande amigo, pero no hay ninguna forma de revivir a los muertos-. Dijo Kanae con una gran tristeza por el Pilar de la Espada.

-Maestro...soy un inútil, por mi propia debilidad...alguien tan increíble como usted... murió por mi culpa...-. Muichiro se lamentaba lo débil que era con sus antebrazos apoyados en el suelo, Kyojuro se acercó a él colocando mano en su hombro derecho intentado consolar a su camarada.

-No eres el único que se siente culpable...Tokito...-. El Pilar de la Flama tenía la voz quebradiza por el fallecido Rei que estaba muerto de pie delante de todos.

-Descanza en paz...Yanakai Reishiro...-. Gyomei estaba en posición de rezo delante del fallecido, sus lágrimas caían en silencio igual que él.

-¿Por qué alguien tan increíble como Yanakai-san tuvo que morir?-. Zenitsu estaba sorprendido con lagrimas cayendo por sus mejillas. Nezuko que recientemente había llegado ante tal desgarradora escena, sorprendió a su hermano ya que ella se acercaba a Reishiro lentamente con una pequeña sonrisa con pequeñas lágrimas.

-¿Nezuko?..-. Se preguntó Tanjirou estando en las mismas condiciones que todos, él tal vez estaba peor que todos.

Nezuko se paró sobre sus dedos para llegar a la altura de Reishiro, levantó su mano derecha en la cabeza de él acariciandola lentamente.
-¿Recuerdas cuando me hacías esto?...Gracias por salvar a mi Onii-chan, Yanakai-san...Gracias a ti...todos estamos con vida...Gracias...-. El acto de su hermana conmocionó a Tanjirou, Inosuke, Zenitsu, a Todos los presentes.

-¡Maldición...Dejen de lamentarse como unos malditos cobardes!¡Pueden o no Pueden!¡No les sirve de nada estar allí sentados preguntándose sobre los "Quizás"!¡Él se sacrificó porqué quería que vivamos!¡Así que no se preocupen por nada, aparte de estar a la altura de eso!¡Todo muerto vuelve a la Tierra!¡Llorar no traerá a Reishiro de vuelta!¡No importa lo frustrado que te sientas, no importa cuán miserable, cuán humillado!¡Debemos seguir viviendo  como Reishiro quería!¡Y todos ustedes se hacen llamar Pilares!-. Les dijo entre lágrimas Inosuke a todos.