Niego.

-¿Tiene pechos grandes?- pregunta, mirando los sostenes en los estantes.

-Sí- respondo- No inmensos, pero los tiene redondos y bien proporcionados.

-¿Crees que sea de mi misma talla?

Dada a su pregunta, no puedo evitar mirarle los pechos, para luego quitar mi mirada de estos de inmediato. Sintiéndome completamente avergonzado.

-Puedes mirarme- se ríe, poniendo sus manos por encima del borde de sus senos- Solo es para ayudarte a escoger la talla perfecta.

Suspiro.
Dejando la lencería verde que ya había elegido en el mismo estante.

-¿Haces esto con todos tus clientes?- le pregunto, volteando hacia la puerta de salida.

Ella ríe.
Detrás de mí.

-Es una broma- siento su mano en mi brazo izquierdo- Solo te me hiciste simpático y la verdad es que no sabia como iniciar un tema de conversación dejando de lado el hecho de que estas comprando lencería.

Niego.

-Tengo novia- afirmo- Eso de irrespetarla, no va para nada conmigo.

-Tranquilo, ni que nos fuésemos a casar... ¿es la de las noticias? ¿esa niña?

Y como un balde de agua, llego a quedarme estático luego de escuchar aquellas palabras.
Se refiere a _________.
Sin duda alguna.

-Te gustan las menores entonces- ríe- Pedófilo.

Sin poder evitarlo, de inmediato siento como mis mejillas arden, con una fuerza increíble. No volteo la mirada, y sin escuchar sus últimas palabras, salgo de la tienda hacia el estacionamiento.

Casi corriendo.
Como si me buscara la maldita policía.
Estos detalles no llegaron a exponerse en televisión, por la suma de dinero que pagó Riker. No habían pruebas, así que no pueden estar hablando mucho con respecto a mi relación con ________.

A menos que sus padres...
A menos que _________ haya contactado a sus padres y estén haciendo todo lo posible para contra atacar.

Atacarme.
Trago saliva.

Al llegar a mi auto, visualizo de inmediato a ________, quien esta también buscando mi auto, con una bolsa grande de ropa en una de sus manos.
Frunzo el ceño.

Alzo la mano, haciendo que me vea. De esta forma, avanza hacia mí.

-¿Tan rápido?

-No tengo ganas de comprar ropa- me tiende la bolsa- Quiero irme de aquí.

-¿Pasa algo?

Niega.
Abre la puerta de mi auto y se adentra en este. Lo hago yo también.

-¿Quieres ir a comer algo ligero? Antes de cenar- coloco la bolsa de ropa en los asientos traseros. Ella vuelve a negar.

La observo.
Tratando de descifrar su sentir a través de su mirada, pero no lo logro.
Y es que desde pasó todo esto, se ha vuelto irreconocible.

Pero no la culpo.

-Quisiera que todo sea como antes- susurro, sin dejar de mirarla, haciendo que ella conecte su mirada con la mía.

-Quiero que saques a mis padres de la cárcel.

Suspiro.
Llevando mis manos hacia el volante. Lo presiono con fuerza.

-No puedo hacer eso- respondo, siendo honesto- A menos no por ahora.

Tira la cabeza hacia atrás.
Suspira.
Sin decir ni una sola palabra.

-Vamos a comer- vuelvo a decirle- Te gusta mucho la pasta, hay un restaurante que conozco que te va a encantar.

Estoy apunto de arrancar pero ella no me lo permite, poniendo su mano encima de la mía.
Y seguido de esto, se sube encima de mí con una agilidad impresionante.

Sus labios se estampan con los míos.
La tomo de la cintura.
Tratando de separarla un poco de mí para no chocar con su pancita, en donde habita nuestro hijo actualmente.

Sus labios se mueven de una manera deliciosa contra los míos, mientras que sus manos acarician mi cabello, con delicadeza.

Suspiro en medio del beso.

Me esta besando de la misma manera en la que lo hacía antes.
Y no puedo oponerme a ello.

Subo mis manos hacia su rostro y lo acaricio, hasta que ella se separa y me mira a los ojos, los cuales de repente se encuentran vidriosos.

-De veras quiero perdonarte- me dice- Quisiera que todo vuelva a ser como antes... pero ahora siento que te odio- una lágrima corre por tu mejilla- Te odio tanto...

Y su cabeza cae en mi hombro izquierdo.
Comienza a llorar.
Rompiéndome el corazón nuevamente.
En mil pedazos.

Pero no puedo quejarme por ello.
Después de todo, yo fui el causante de toda esta mierda. Yo destruí sus sentimientos y jugué con ella de la peor forma mientras la amaba.

La amo.
¿Como fui capaz de hacerle esto a la persona a la que amo? A la persona de la que me enamoré...

¿Realmente merezco que todo sea como antes?

Porque estoy seguro que aunque así fuese.
No podría volver a sentirme de la misma forma.

Frustrado; Ross LynchМесто, где живут истории. Откройте их для себя