↳ ੈ‧₊ BITÁCORA #15

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No puedo creer lo absolutamente delicioso que fue ver en las noticias de hoy que Kaito Momota, deportista profesional, fue sentenciado a muerte vía inyección letal esta misma mañana.

Es toda una desgracia que ese tipo de metrajes no se puedan reproducir en televisión abierta, pues realmente deseaba observar cómo la vitalidad de ese hombre inocente se esfumaba de él hasta que no quedaba más que un simple cadáver vacío, exento de vida.

Al menos alcancé llegar a la casa después de las compras para ver las últimas entrevistas que le hicieron a aquel hombre antes de llevarlo a su terrible final, admirando como rogaba por su libertad, cómo se retorcía ante la idea de morir, ¡Exquisito! ¡Delicioso! ¡Excitante!

Se me es imposible retener dentro mío mi felicidad. Terminar con ese individuo y su sencilla vida fue increíblemente fácil. Me decepciona un poco que no se me dio la oportunidad de enfrentarme contra un poco de peligro o riesgo, pero tampoco podría quejarme mucho al respecto.

Después de todo, las cosas ya estaban perfectas. Con Kiibo Idabashi, Himiko Yumeno, Rantaro Amami, Maki Harukawa y Tsumugi Shirogane fuera del camino, además de personas como los padres de Ouma, la joven herida Tenko Chabashira y el desafortunado Korekiyo Shinguji, ya no había más de que preocuparme.

El camino estaba despejado para que yo y mi querido Kokichi lo transitáramos juntos, listo para retirarnos de esta ciudad sin que nadie me lo impidiese. Todos aquellos que presentaban una amenaza a nuestro amor ya no eran más que pútridos cadáveres, cuerpos que no tenían opinión ni voluntad propia.

De solo pensarlo se me erizan los vellos del cuerpo entero. Es tan emocionante, una sensación placentera que mi cuerpo no resiste. Mi cabeza da vueltas y vueltas, extasiada en mares de agonía y dolor ajenos.

Las noticias de Kaito dejando el reino de los vivos fue suficiente para enviarme a un trance. Uno con el que ya estaba familiarizado. El deleitante trance del placer carnal, aquel que solo una persona en el mundo podía satisfacer.

Ese alguien siendo mi adorado futuro esposo, precioso ángel de despeinados cabellos violeta.

Nada sirve más para sacarme de este estado de ser que una linda noche en mi habitación junto a dicho jovencito. Simplemente no puedo obtener suficiente de los lindos sonidos de dolor que salen de su boca y sus muecas de agonía.

El día de ayer me encargué de entregarle mi diario para que narrara sus experiencias con la joven Shirogane. Pensé que leer sus palabras sería suficiente para excitarme y darme una buena noche, pero terminé por desesperar.

Entré a la habitación antes de tiempo y me alimenté de su sangre, cortando su bonita piel, apuñalando su suave cuerpo. No pude evitarlo, se sentía tan bien que casi me salgo de control. Lo amo demasiado, es mi linda mascota sumisa.

Le hice el amor y me fui antes de que despertara, preocupándome por tratar sus heridas en otra ocasión.

Pero eso quedaba en el ayer. Ahora, con la emoción y excitación que me envolvió después de los acontecimientos de hoy, decidí complacernos a ambos.

Estábamos muy, muy cerca, tan cercanos que prácticamente compartíamos aliento. Su boca sabía a muerte, su piel tenía gusto a sal, y su alma poseía un sabor a desesperanza, era maravilloso en todo aspecto.

Su bonita tez pálida relucía de forma enferma bajo la luz lunar que se escapaba de entre las cortinas oscuras, haciéndolo brillar como el total solecito que es. Es tan lindo, tan tierno, tan precioso que se me es imposible no manosear su cuerpo delgado y petite de pies a cabeza hasta que pueda encontrar mi propia satisfacción.

↳ 💌₊˚. ··· Diary of a Lover »-Saiouma-«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora