La Mate de Hades. [+16]

14: Todo se fue a la mierda.

Los ojos de Ónix fueron a Eda, luego de todo había vuelto a la cocina a desayunar.

—¿Cómo quieres tú tus huevos Eda?
—Ónix quién antes removía su desayuno le prestó atención a Hades.

—Sabes como me gustan, en torta sin tomate —Vaya... Con que así era, ella era todo lo contrario a lo que podía ser esa Omega.

—Hades —Soltó seca, de inmediato él la miró con una sonrisa nerviosa—¿Dónde está Liz? ¿Se mudó con el hombre que vino?

—Aquél hombre se llama Zeus, es mi primo y están viviendo al lado.

—Bien. —Se levantó de la silla inmediatamente yendo a la habitación cambiando su cuerpo de ropa.

Sabía perfectamente que Eda no le había hecho nada, era amiga de Hades y sí, había llegado después de ella pero no implicaba que estuviese dentro de aquella casa todo el tiempo.

—¿Sigue enojada? —Escuchó desde la puerta Ónix, ¿Acaso le interesaba?

—Estamos bien, supongo... —Había frialdad y duda en su voz.

—Que bueno, ella se carga un gran carácter. —Aquellas palabras fueron seguidas por una sonrisa llena de calidez que Ónix no logró ver.

—Ni que lo digas, Eda, yo cargo con el.

Los ojos de ella fulminaron el cuerpo de Hades al salir de dónde estaba.

—¿A dónde vas?

—Lejos de ti —Aún estando de espaldas pudo imaginar el cuerpo gélido de él, pero no le importaba en lo absoluto.

—¡Omega!

—¿¡Qué!? —Gritó enojada. —Antes te rogaba, alfa, alfa y querías desayunar; ahora, hazlo, con ella. Adiós.

Luego de aquellas palabras tan confusas para él ella salió por la puerta principal de la casa.

—Supongo que es mi culpa —Hades la miró sonriendo y a la vez negando.

—No, no lo es prima. Ella solo se aleja y discute, es complicada. Toda ella lo es.

—Pero la quieres y es tu Omega.

—Sí —Él miró a la mujer frente a él
—La quiero y es mi Omega.

Estando Ónix frente a su amiga le sonrió, se sentía feliz por ella.

—¿Él te trata bien? —Aquella había sido la primera pregunta que salía de sus labios referente a aquel tema.

—Claro que lo hace, se lleva bien con mamá.

—¿Qué? ¿Con tu madre? —Dijo sorprendida —No llevan ni dos semanas juntos.

—Sabes que así son las reglas, cuando un alfa que ha pasado tanto tiempo sin su Omega o mate es obligatorio que se mude con el o ella. —Suspiró.

—Sí, esa regla.

—Zeus es todo lo que pude imaginar, es simplemente perfecto ¡Lo quiero!—Aquel arrebato de sentimientos tomó por sorpresa a Ónix.

—¿Eso quiere decir que no nos iremos?

—¿A dónde? —Su amiga se hizo la estúpida sonriendo nerviosa.

—Sabes bien de lo que, aunque fuí criada para esto no es lo que quiero. Y me iré.

—Omegas —La voz de aquel alfa fue sorpresa para ambas, ambas se sobresaltaron y le dieron su atención a aquel hombre.

—Alfa —Susurraron ambas.

—Supongo que tu alfa, el cual es mi primo sabe de la vida miserable que estás viviendo.

—Él me hace miserable. —Sus palabras tan frías hicieron que hasta aquel alfa se sorprendiera.

—¿Y por qué estás con él?

—Porque estoy obligada.

—Ya no más. —¡Cuándo, porqué, en qué momento!

Un jadeo de sorpresa llenó los labios de Ónix.

—Hades, yo... —Los ojos del mencionado contenían tantas emociones.

—No, ya estoy cansado de esto. Se acabó, se terminó. Ya es suficiente.

—Primo creo que te vas a arrepentir de lo que harás. —Intervino Zeus.

—Hades, lo lamento, es solo que... —Ella se acercó a él, poniendo su mano en su brazo pero este se apartó.

—Creo que deberían...

—¡No, no creas nada! —Gritó enojada Ónix haciendo que las palabras de Eda se quedaran en sus labios.

—No tienes derecho a hablarle así a ella, Omega. Estoy cansado de todos tus berrinches de niña pequeña, de tus enojos sin sentido, de tus inseguridades.

—Hades, no tengo ninguna...

—¡Sí, sí la tienes! —Gritó sobresaltando a todos el alfa —Eda es una de ella, estás empeñada en qué hay algo cuando no lo hay, ¡Es mi familia!

—Hades —Susurró con lágrimas en sus ojos.

—Nada de Hades, quería que fueras parte de este círculo, pero no, no dejaré que acabes conmigo, eres libre. Terminamos.

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*Me fuí, nunca me viste, nunca estuve*