La Mate de Hades. [+16]

9: No puedo evitarlo.

Los días habían pasado lentos. Ónix se sentía feliz con su alfa, pero aún no cedía ante la idea de deber someterse a él, lo aceptaba cada que él necesitaba de ella y así mismo era con él.

—¿Entonces me estás diciendo que perdiste tu virginidad con el alfa que te negabas a conocer? —Su amiga soltó aquellas palabras con burla.

—Sí bueno... No pude evitarlo —Su voz salió picarona. Liz la miró coqueta y seguido de eso suspiró.

—Quiero encontrar a mi alfa.

—Creeme que no es tan bueno como crees—Ónix bajó la cabeza simulando tristeza —Es mejor —El rostro de ella se había elevado nuevamente, pero esta vez con una sonrisa en ella.

—¡Eres una zorra! —Gritó en medio del café Liz.

—¡Para siempre! —Gritó esta de vuelta, las betas y los alfas que la conocían la miraron con duda.

—¿Ah sí? —La voz de su alfa tras ella la alteró acelerando su corazón. Liz miró a otra dirección sonriendo con burla.

—Alfa, ¿Que hace aquí? —La Omega intentó darle el frente, pero no se le fué permitido. Hades se acercó a su espalda besando su cuello.

Un jadeo salió de los labios de ella y sus manos viajaron hasta su boca de inmediato. Diosa Luna. Que vergüenza.

—Yo bueno... —Liz intentó hablar y cortó el momento. Una mirada gélida se le fué regalada y bajó su rostro en sumisión de inmediato.

—Liz, vamos —Ónix intervino enojada por aquel momento. Esperaba de todo menos que él reaccionara ante su amiga de esa forma.

—¿A dónde crees que vas?

—Me iré con Liz a otro lugar, dónde tú no estés.

Las palabras de ella tomaban un gran peso, se levanto y tomo a su amiga del brazo, quien por su parte se resistía ante su agarre. Liz sabia que no debió hablar en aquel momento y que la actitud de su amiga podría haber sido mal tomada. 

—¿Qué carajos estas haciendo Ónix Jones? —La voz de su alfa salió enojada, mucho de hecho.

—¿No es evidente lo que hago, alfa?

—No me provoques, no creo que quieras que te someta en publico.

—Ónix —Su amiga trato de zafarse de su agarre. Estaba mas que nerviosa, ella estaba revelándose ante el alfa y eso estaba mal. Muy mal.

—Nos vamos.

La voz de la mate del alfa salió dura, camino con su amiga a rastras. Saliendo de donde estaban Liz se soltó enojada.

—¿Estas loca? 

—No, no lo estoy. Hades te miro mal, y eres mi amiga. Que se joda.

—No debiste hacer eso —Liz se aparto de ella, tenia una mano en la cabeza, parecía recriminarse, lamentarse.—Estas loca, joder.

—No es tan grave. No me importa.

Ella era así, desinteresada. Podía estar actuando de mala forma, pero no le interesaba. Esa noche no iría a casa.