Llegada la mañana comencé el día y realice mis rutinas diarias de aseo mientras se calentaba el café. A la salida de la ducha me vestí cómodamente para el día de hoy.
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Cuando estuve ya bien vestida salí a la cocina a apartar el café del fuego el timbre de casa sonó provocando que Aura que dormía en el sillón despertara de un golpe y empezará a dar vueltas histérica.
Yo: son las 8 de la mañana quien vienen a estas horas aquí? Preguntó suspirando para ir hasta el telefonillo y abrir la puerta del portal. Cuando abrí la principal de la casa vi a Greco con su típica sonrisa salir del ascensor junto a una bolsa llena de churros.
Greco: no de muy buena mañana? pregunta al verme con un tono divertido.
Al momento de pasar Aura empezó a saltarle llamando su atención para que le hiciera caso.
Greco: pero si está aquí la cosa más bonita comenta contento dándome la bolsa de churros para darle mimos a la perra.
Levemente negué con la cabeza y fui a la cocina donde dejé los churros en un plato y saqué dos tazas del armarito de cacharros de cocina.
Cuando fui a dejar las tazas y el plato vi a Greco con la mirada perdida puesta en los zapatos de Tyrone.
Yo: antes de que empieces no es lo que piensas y está muy lejos de que sea que traje a otro hombre a mi casa digo dejando las cosas para andar hacía el.
Greco: entonces las zapatillas de quién son? Interroga extrañado observándome detenidamente.
Yo: ves a la habitación de invitados y lo verás comento con una mueca besándole en la mejilla.
Greco me miró dudoso pero rápidamente se dirigió a la habitación. Al abrir la puerta quedo con los ojos como platos y me miró.
Greco: es el niño del badulake susurra cerrando la puerta en shock mientras se acercaba a mí
Yo: y hay más es mí sobrino comento con una mueca nerviosa mirándolo.
Greco: es el hijo Bobby?! Pregunta sorprendido elevando el tono quedando enfrente de mí.
Yo: eso me temo sentenció mordiendome el labio jugando con mis dedos.
Greco: okey en mí mente podría haber sido peor... y lo que más quieras deja de morderte el labio dice inclinándose para dejar un beso sobre mis labios.
Yo: si me das besos tan dulces no pienso dejar de hacerlo respondo con una sonrisa poniéndome de puntillas para quedar más cerca de sus labios mientras lo miraba a los ojos.
