Capitulo 12

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Las siguientes semanas pasaron sin nada destacable.

Con la mascara Ladybug era capaz de regresarle bromas y algunos coqueteos sin ponerse nerviosa, ahora tenían platicas largas, hablando sobre las cosas que les gustaban sin revelar demasiado para que sus identidades fueran un secreto.

Se encontraban sentados después de el patrullaje, era un silencio cómodo, el momento tranquilo del día para ambos, la ojiazul estaba pensativa, su relación había mejorado, compartían momentos que antes no se imaginaban, pero no era lo que ella quería.

Si alguien los veía inmediatamente se daba cuenta de que eran muy buenos amigos, había una increíble confianza y lealtad de ambos lados, pero no parecía que hubiera algo mas, no era como antes.

Antes el chico hacia todo lo posible por llamar su atención, darle detalles románticos mas allá de los simples coqueteos, los cuales odiaba no ser la única que los recibía, pero desde hace varias semanas apenas eso tenia, simples coqueteos que eran obvias bromas, se acabaron las rosas, se acabaron los halagos mas allá de un buen trabajo, los "my lady" y "bogaboo" seguían ahí pero no se sentían igual.

Ahora entendía porque el chico antes parecía tan molesto por el tema de las identidades, lo que mas deseaba era poder quitarse las mascaras y compartir todo sus momentos juntos, pero ella no siempre era la chica valiente, ella tenia miedo, miedo que aquel futuro apocalíptico se hiciera realidad, miedo de decepcionarlo con la chica bajo la mascara, pero mas que eso tenia miedo de ser rechazada.

Salió con Luka porque era un chico maravilloso, sabe que el esta enamorado de ella, y aunque le gusto y puede que aun le guste un poco ella nunca lo amo por completo, por lo menos no como se debería amar a tu novio.

Juro amar por siempre a Adrien, pero se estaba mintiendo, ella lo admiraba como si fuera su fan numero 1, ni siquiera podía hablarle bien y se humillaba constantemente por llamar su atención. Cuando lo comprendió y se rindió pudo finalmente acercarse a el, convivir como amigos y conocer la maravillosa persona que es, talvez se pudo haber enamorado de verdad de el si su compañero de luchas contra el crimen no se hubiera metido en su corazón.

Recordó su infancia, cundo sus padres solían leerle cuentos de princesas, príncipes, caballeros y caballos, le encantaba escuchar las historias donde la princesa y el príncipe se enamoraban y vivían felices para siempre, se emocionaba de pensar que en algún momento ella conocería a su príncipe encantado, preguntándole a su madre como seria, pero ella le contestaba lo mismo.

-No lo se Mari, talvez no sea un príncipe- dijo mientras cepillaba su cabello después de leerle el cuento.

-Pero mami, las princesas siempre se enamoran de príncipes guapos- dijo formando un puchero -y papi dice que soy una princesa- finalizo para cruzarse de brazos algo molesta sin querer mirar a su madre.

-No siempre un príncipe es lo correcto Marinette, a veces lo mejor es enamorarte de un caballero- comento mientras amarraba el moño para atar el pelo de su hija.

-¿Un caballero?- pregunto curiosa volteando a ver a su madre.

-Si, no siempre se encuentran príncipes lindos caminando por el jardín, a veces las princesas tienen que salir a luchar y en su camino encontrar un valiente caballero, el que siempre estará a su lado, el que sea leal, y mas que cuidarla tiene que ser aquel con el suficiente valor para dejarla pelear a su lado y preocuparse por ella en cada momento- finalizo guardando el libro de cuentos en una pequeña estantería.

Después de tanto tiempo al fin lo comprendía, se obsesiono del primer príncipe que vio, sin darse cuenta del caballero fiel que todo ese tiempo estuvo protegiéndola, dispuesto a dar literalmente su vida por que ella en cada batalla con tal de que estuviera siempre bien.

Invirtiendo el cuadradoWhere stories live. Discover now