11. La invitación

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— Gracias por haberme traído —dije, me quité el cinturón de seguridad y abrí la puerta.

— No hay de que, me alegro que te haya ido bien.

— Si, ten linda noche.

— Tú también cariño, ¿quieres salir mañana?

— Eso estaría muy bien.

— Perfecto, entonces te veo mañana —besó la comisura de mis labios y yo salí del auto.

Louis espero a que yo estuviera en casa para irse y cuando el se fue cerré la puerta y grité el nombre de Blair para ver si estaba en casa pero no obtuve respuesta. Llegué al sofá y dejé caer mi cuerpo en el sofá y todo el vestido se desparramó en lo que resta del sofá, tomé el control que estaba en el brazo y encendí la televisión poniendo Netflix, me tarde más en el catálogo buscando algo que en ver la película porque me quedé dormida.

Lo siguiente que vi al abrir los ojos fue el sol pegando muy fuerte en la ventana así que me levanté a cerrar la cortina y ahí vi a Blair dormida en el sofá de al lado. Con cara de confusión subí a mi habitación y me cambié el vestido por algo más cómodo, volví a bajar y Blair seguía dormida, caminé hasta la cocina y de la pereza que tenía solo me serví un plato de cereal con leche, lo llevé a la sala y me senté en el sofá.

Le di los buenos días a Louis por mensaje y me quedé viendo videos sin sentido por un rato en lo que comía mi cereal hasta que mi amiga despertó.

— ¿Qué hora es? —preguntó aún con la voz ronca.

Vi la hora en el celular y le contesté— once y media.

— ¡Oh diablos! —exclamó levantándose de golpe del sofá.

— ¿Por qué? ¿Qué pasa?

— Quedé de verme con Chuck en el aeropuerto en diez minutos —contestó rápidamente antes de subir corriendo las escaleras.

— ¿Chuck? —me pregunté a mi misma.

Blair bajó minutos después con el paso apresurado y abrió la puerta.

— Al rato te cuento todo, ¡adiós! —gritó desde la puerta y la cerró antes de que pudiera contestarle algo.

Me terminé el cereal y fui hasta la cocina, vi platos sucios en el fregadero así que me puse a lavarlos pero terminé limpiando la cocina entera, subí a mi habitación y saqué la computadora de mi mochila colocándola en el escritorio blanco que tenía a un lado de la cama justo frente a la ventana. Puse un poco de música para no tener un ambiente tan silencioso y comencé a adelantar un pequeño boceto para hacer un proyecto que nos pidieron en la empresa.

Amor prohibido murmuran por las calles...

Un celular comenzó a sonar a lo lejos y paré de cantar, me levanté en busca de mi celular pero me di cuenta que estaba abajo, bajé a la sala y ahí estaba. Contesté antes de que pudiera mandarlo a buzón y regresé a mi habitación mientras hablaba.

— Buenos días, ¿qué tal dormiste?

— Buenos días Lou, dormí bien, resulta ser que el sillón está muy cómodo —el rió— ¿y tú qué tal?

— Bien gracias. Esta mañana mi madre me habló para invitarnos a comer.

— Oh, eso es genial, espero y te diviertas mucho.

Louis rió— nos invitó a los dos cariño.

— ¡Oh! Umm esta bien.

— ¿Segura? Si quieres puedo decirle que ya teníamos otros planes y lo dejamos para después, no quiero presionarte en que conozcas a mi familia.

𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞 benjamin wadsworthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora