— Y bueno, ¿a ti como te fue en tu trabajo? —preguntó Louis a Benjamín una vez que ya estábamos sentados en la mesa comiendo— casi no hemos tenido tiempo de charlar sobre eso.— Hasta ahorita va muy bien, tengo unos compañeros de trabajo muy amables —me miró de reojo.
— Eso es genial, me alegro por los dos de que estén cumpliendo una meta y les guste superarse a ustedes mismos.
— Gracias amigo, espero y tú también puedas librarte de ese asunto con tus padres y seguir tus sueños —le contestó Benjamín.
— Espero y si, iré poco a poco —sonrió y comenzó a partir un pedazo de lasagna para meterlo a su boca— y bueno, ¿cómo te va con Stella?
— De hecho no la he visto desde aquella vez que te conté.
— A ver pero explícame algo que aún no me queda claro, ¿cómo pudiste ver los colores con ella si ya la conocías desde antes y antes no los viste? —preguntó Louis arqueando una ceja moviendo su tenedor en el aire mientras hablaba.
— Eso mismo pensaba pero nos dijeron que hubo un error porque se tardó un poco en que aparecieran los colores —contestó Benjamín y Louis me volteó a ver con una gran sonrisa.
— ¿Crees que eso nos haya pasado a nosotros? —tomó mi mano por encima de la mesa ilusionado.
— No quiero ser aguafiestas pero no se —respondí, Louis me soltó la mano y siguió comiendo, sin duda se lo había tomado a mal— perdón si lo viste de otra manera como si yo no quisiera, recuerda que habíamos quedado que la conociéramos ahorita o más adelante no nos iba a afectar porque tenemos una relación muy bonita —volví a tomar su mano pero ya no la quitó, solo se quedó estático.
— Tienes razón, vamos a aprovechar todo este tiempo juntos —se le empezó a formar una pequeña sonrisa y acarició mi mano con su pulgar.
— Bueno, creo que he terminado —interrumpió Benjamín levantándose de la mesa con todo y sus platos.
— Yo también —dije levantándome.
Benjamín fue a su habitación y cerró la puerta, yo recogí la mesa en lo que Louis lavaba los platos y terminando decidí que era hora de regresar así que me despedí de Louis y le pedí que me despidiera de Benjamín por educación y fui a casa.
Los días pasaron y con Benjamín nos empezábamos a tener más confianza ya que todo el tiempo estábamos juntos, hoy es viernes así que se sentía más tranquilo el día, llegué al trabajo y Benjamín ya había llegado, pasé por su oficina y toqué la puerta de vidrio, el levantó la vista y me vió con una sonrisa dándome una seña de que pasara y eso hice.
— Buenos días —dije.
— Buenos días ______.
— ¿Cómo estás?
— Bien gracias, ¿y tú cómo estás? —contestó aún mirándome con una sonrisa.
— Bien también —sonreí— traje algo para ti —saqué de mi bolso una pequeña planta artificial— ayer Blair las compró y pensó que debía de traerte una así que aquí esta.
Puse la pequeña planta en su escritorio y el sonrió tiernamente.
— No es la gran cosa pero es una pequeña decoración para tu nuevo espacio.
— Es perfecta, te lo agradezco mucho —sonrió.
— Eso era todo, te dejaré para no quitarte más tu tiempo.
— Para nada, tú compañía me llega a alegrar el día pero esta bien, tampoco te quitaré tu tiempo.
Sonreí ante su comentario y moví la mano despidiéndome para salir de su oficina y entrar a la mía, dejé caer mi bolso en el escritorio y me senté. Encendí la computadora para empezar con el trabajo de hoy, puse música a un nivel muy bajo para no molestar ya que la música me ayudaba mucho a inspirarme. Conforme pasaban las horas avanzaba con mi trabajo.
Tocaron la puerta y yo levanté la vista, dejé que pasara la chica y solo asomó un poco su cabeza.
— Liliana nos busca a todos en la sala de reuniones —dicho eso cerró la puerta y se fue.
Me levanté y salí de la oficina y justo Benjamin también iba saliendo.
— ¿Sabes para que nos necesitan? —susurró Benjamín una vez que empezamos a caminar por el pasillo.
— No tengo la menor idea —contesté encogiéndome de hombros.
Los dos llegamos a la sala y tomamos asiento junto a otras pocas personas alrededor de la gran mesa, esta vez éramos cinco contándonos a Benjamín y a mi, justo en eso entró Liliana con otra mujer pelirroja.
— Buenas tardes, les llamé a ustedes porque son los que han demostrado más desempeño en este tiempo con nosotros y por eso mismo mañana tendremos un evento formal muy importante junto con otras empresas con las que tendremos interacción para hacer un negocio con ellos y para ello necesitaremos de ustedes y demostrar su talento.
— Si podemos contar con su apoyo pueden levantar la mano y así darles más detalles —todos levantaron la mano, incluyéndonos— perfecto, este evento tendrá lugar en Beverly Hills en un salón mañana a las ocho de la noche y para ello tendrán que vestir elegante, lo único que les pedimos es mañana hablar sobre su desempeño en este tiempo.
— Eso era todo, sus invitaciones podrán recogerlas hoy antes de ir a casa y los esperamos mañana —siguió Liliana.
Todos nos levantamos y empezamos a salir de la sala.
— Así que nos veremos mañana también —comentó Benjamín con una pequeña risa.
— Al parecer si —contesté con una sonrisa.
Regresamos a nuestros escritorios y seguimos con nuestro trabajo hasta que dieron las dos, la hora de la comida; esperé a Benjamín y juntos fuimos a comer algo como de costumbre.
— A ver, ¿te gusta leer, no? —yo asentí— ¿has leído Harry Potter?
— Efectivamente.
— Hmm, ¿maze runner?
— También.
— ¿Crepúsculo?
— Si.
— ¿Percy Jackson?
— Si.
— ¿Toditos o solo los primeros?
— Todos.
— ¿Eleanor & Park? ¿Bajo la misma estrella? ¿Ciudades de papel? ¿El señor de los anillos? ¿50 sombras de Gray?
— Si, si, si, aún no, y no.
— Y ya no me acuerdo de más, pero has leído más de lo que yo he leído en mi vida, ¿cómo es que le hiciste para sacar buenas calificaciones, tener vida social y leer todo eso?
— Te diré la respuesta, cuando era niña mi madre tenía un espacio en la casa bastante grande para poner libros que ella se compraba o le regalaban y como era muy romántica mi padre le regalaba de ese tipo de libros y yo comencé a leer libros hasta que llegué a la universidad y dejé un poco de lado eso.
— Vaya, espero yo también tener tiempo de leer en estos tiempos.
— Veras que si —tomé una papa a la francesa de mi plato y me la comí.
— Bueno, vamos a regresar porque se nos acaba el tiempo.
Los dos nos levantamos de la mesa con las cosas y después de tirar la basura regresamos al edificio.
—littlewadsworth
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𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞 benjamin wadsworth
FanfictionTodos vemos nuestro alrededor de color gris hasta que conocemos nuestra alma gemela y a los veinte años de edad muchas ya la han conocido pero _____ sigue sin verlo hasta que su novio Louis Partridge la convence de mudarse a Los Ángeles una vez que...