-Por eso escogí el jardín, las manchas de sangre se quitan fácilmente del césped- se ríe- ¿Cómo están las cosas en Italia?- dice cambiando el tema.

-Están bien, dentro de lo que cabe- me encojo en hombros- hoy no te traigo chismes jugosos, viejo-

-¿Y el otro asunto?- arquea una ceja en mi dirección- no es un secreto para nadie, que estás saliendo con el líder de la Cosa Nostra-

-Que rápido se corren los rumores- digo irónicamente- es cierto, estoy saliendo con Darío Greco-

-¿Lo quieres?-

Guardo silencio unos segundos ante su pregunta, sus ojos azules escrutan los míos en busca de una mentira, pero no encontrará nada. Él mismo me enseñó a no demostrar mis sentimientos o emociones en mi cara hacia las demás personas.

Suspiro

-Tengo sentimientos hacía él- admito finalmente.

-Eso no responde a mi pregunta, Val-

-Y es lo único que obtendrás de mí-

Escuchamos un grito de alguna parte del lugar, Dima suelta un bufido mientras niega con la cabeza en cambio yo solo arqueo una ceja.

-No puede ser que haya traído una mujer a mi casa a cogérsela- dice mientras le da un sorbo a su café.

-¿De qué te quejas? Si, tú eres igual a él- sonrío- ¿Quieres que te cuente las veces que te vi en pelotas, follandote a una prostituta?-

-No son prostitutas, son damas de compañía-

-Bueno- ruedo los ojos- putas de las finas, ¿cómo suena eso?-

-A veces me pregunto, ¿cómo es que no te he metido una bala entre las cejas ya?-

-Por qué me adoras y no encontraras alguien como yo nunca más en tu vida- digo con suficiencia.

-¿Puedes ir a interrumpirlos, por favor?-

Sonrío con malicia, nada mejor que arruinar el polvo de tu ex marido que es un hijo de perra, mentiroso y pito suelto.

-Claro, ¿qué prefieres? ¿La esposa dramática chillona o la asesina?-

-La primera opción me gusta más-

-Bien- me pongo de pie- vuelvo enseguida-

Subo las escaleras con una sonrisa, sabiendo de memoria el camino hacia la habitación de mi ex maridito, cuando llego tomo una respiración profunda antes de entrar abruptamente al cuarto.

-¡Xander Novikov!- le grito con tono agudo- ¡¿Cómo te atreves a hacerme esto!?-

La pareja se detiene rápidamente al verme en la habitación, ambos me miran con los ojos abiertos por la sorpresa, en cambio yo sigo metida en mi papel. La mujer que es su polvo del día me mira con cierto temor.

-¿Quién eres tú?-

-¡¿Quién soy yo?! ¡Soy su esposa!- digo mientras lagrimas falsas salen de mis ojos- ¡Te acostaste con un hombre casado!-

Ella mira a Xander que no sabe que decir.

-¡Me dijiste que eras soltero!- le grita la chica.

-¡Ella no es mi esposa!-grita el susodicho-¡Está mintiendo!-

-Claro eres soltero cuando te conviene pedazo de imbécil- digo esta vez, tratando de contener las ganas de reírme, miro a la chica- felicidades, acabas de destruir una familia-

-¿Qué?-

-Estoy embarazada y estoy esperando trillizos- me limpio las lagrimas falsas que salen de mis ojos- ahora mis bebés no tendrán un padre- suelto un par de sollozos

El amor del ZarWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu