▪️ Idea Principal:
Koichi y Katsuki son personas completamente diferentes, no es por el hecho de sus personalidades ya que ambos son muy egocéntricos; si no por su orígen.
Koichi un humano con un Quirk de un ser inexistente.
Katsuki el quien se topo...
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Dynamight: Complicado.
El adulto suspiro, no pensó ver de nuevo, al menos dos meses a aquel zorro, claro, sus batallas eran las mejores, muchos ansían su presencia, el también, lo admite, pero lo que no cabe en su mente es el chico que le trajo “Facil muere con un solo golpe” fue su primer pensamiento al ver mejor al niño a lado de los Jóvenes héroes.
—No se a que estás jugando, pero no es divertido Koichi —gruñe dejando a un lado el cigarro que tenía entre sus labios.
—¡Oh! Que falta de confianza me tiene Jefe —exclama divertido
—Eso no justifica, te conozco —.
—Esta bien me tienes, quiero tu ayuda —. Él mayor resopla con frustración ¿Ahora en qué lío le quería meter? A este paso le saldrán canas y aún no tiene los 30.
—¿Qué es lo que quieres? —cuestiona. No quiere andar por las ramas.
—¡Sabía que podía contar contigo! —habla con felicidad. —Pero —uno de sus dedos se posa en sus labios, haciendo una seña de silencio, la cual entendió perfectamente el mayor.
—Vamos adentro —señala dejando pasar a los jóvenes hacia una habitación, la cual tiene sofás, una mesa central, ahí comúnmente hablaba de temas más "sensibles".
—Hay algo que está pasando y realmente me molesta —comienza, Ayari y Katsuki se sientan siguiendo al de cabellos más largos y atados.
—Algo que te molesta ¿Que tiene que ver conmigo? —duda el dueño del bar.
—Peleas clandestinas ¿Te suena de algo últimamente? —.
El mayor titubeó, tiene entendido que esas peleas están de moda en las zonas más recónditas.
—Escucho de eso —confiesa. —Eso ha sido desde hace mucho, hay algo que no me cuentas, incluso tu has participado, no entiendo para que el drama, explícate niño —el zorro ríe.
—Bien, no puedo jugar a ser el bueno, pero las peleas clandestinas son más mencionadas gracias a las personas con quirk medio animal —expone.
—¿Y tú punto es? —.
—Nos están esclavizando —dice el menor. El azabache de mechas azules se levantó molesto, ahora entendía el porque de su visita.
—¿Y quieres que yo me meta? Honestamente me importa poco lo que pase en esos lugares, no voy a salir herido por un capricho tuyo, no una vez más —.
—No saldrás afectado, solo quiero que cubras al niño como su supuesto entrenador —sonrie abiertamente. —Además una que otra emoción fuerte no te matara viejo —.
—Joder —gruñe molesto volviéndose a sentar, si no aceptaba no viviría con tranquilidad, ese mocoso sabía mover bien sus hilos. —Si el niño va a ir al abismo, por lo menos que no tenga ese aspecto —comenta. El León le mira con disgusto. —Ahora mismo yo quiero golpearlo —dice con una sonrisa.
