▪️ Idea Principal:
Koichi y Katsuki son personas completamente diferentes, no es por el hecho de sus personalidades ya que ambos son muy egocéntricos; si no por su orígen.
Koichi un humano con un Quirk de un ser inexistente.
Katsuki el quien se topo...
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Kitsune: Calma tras la tormenta.
Caminaba por los pasillo aún enfadado, la temperatura a su alrededor era muy alta, a tal punto de que se marcaban sus pisadas en el suelo.
—¿Por que estás tan enojado? —su mirada afilada paso al ser alado que estaba recargado en la pared del pasillo.
—¿Desde cuando sabes que soy un mounstro? —él alado río sarcástico, desde siempre lo supo.
—Mounstro es una palabra muy leve para llamarte, yo diría que eres un demonio —Koichi gruño bajando las orejas en son de enfado. —¡Hey! Estoy siendo honesto, ¿Acaso quieres una vil mentira? Además deberías relajarte, casi matas a tu compañero, fui a verlo a la enfermería, tienes suerte de que la heroína esté ahí para curar a tus amigos —.
—¿Amigos? ¿En qué momento los hice? —.
—Espera, no me digas que, al rubio ese ¿No lo ves como un amigo? —él zorro le vio confundido cambiando su expresión de manera drástica esto hizo que el ambiente se aligera sé. —Cierto, cierto se me olvidó que nunca has tenido amigos, que estúpido de mi parte —ironizó Keigo.
—Nada más vienes a juzgar mis acciones o pretendes sancionarme por casi matar a dos de mis compañeros —.
—¡Ey! yo no puedo tocarte un pelo, así que yo no seré quien te castigue, pero no opino lo mismo de la UA y más sumando tu pequeña rabieta tal vez salgas bien parado —.
—¿A qué viniste entonces —Hawks soltó una risa.
—¿Ahora ya no puedo venir a ver a mi pequeña bola de pelos? —.
—Ya te dije que dejes los estúpidos apodos —comentó rojo de la vergüenza Koichi, su cuerpo se veía más relajado además de que las marcas carmín que aprecian por todo su cuerpo desaparecieron.
—Bien, bien. Te deseo suerte en tu pelea contra el bombitas —dijo a la vez que le empujaba por el pasillo para que siguiera con su camino.
Suspiro al ver las pisadas negras del lugar en el que estaban, era un peligro, pero al menos fue honesto con él, eso lo relajo y lo notó.
—Al menos tienes la suerte de que nuestra relación no sea una mentira—murmuró viendo en la dirección a la que se fue el Miyamoto.
—Después de un gran descanso sigue la pelea más deseada por todos ¡¡Katsuki Bakugo de la clase A contra Koichi Miyamoto de la misma clase!! —los grandes gritos de emoción se vieron vistos tanto por los héroes presentes como los civiles.
—Retira te chispitas no quiero matarte —.
Tres...
—¿Desde cuando tienes el derecho de ordenar? Acá el adiestrado eres tú, no soy tan débil —.
